26 de febrero de 2019

Qué hay de cierto en las “mancias”

Qué hay de cierto en las “mancias” y demás artes adivinatorias

por José Luis Martín

El Ser humano necesitó siempre creer en algo maravilloso y mágico, aunque sea en individuos que afirmen “ leer el futuro” en las manos, en los posos del café, en la bola de cristal ,en las hortalizas o en los astros.

Es evidente que en la actualidad existen dos tendencias sociales bien definidas y diferenciadas: Una son las de las personas imbuidas en una especie de corriente de credulidad colectiva en tantas “Mancias” , adivinaciones, fe religiosa, rituales mágicos, esoterismos, o en lo que sea. La otra es otra corriente totalmente opuesta como lo es el ateísmo, agnosticismo, materialismo puro e incredulidad en todo lo que no sea materia palpable, tangible y experimentable por la ciencia empírica; esta segunda corriente está ocasionada tanto por los absurdos sostenimientos dogmáticos de carácter religioso y muchas veces irracional que determinados cultos y personas sostienen, como por la falta de respuestas íntimas coherentes con la razón y la lógica que presentan estas religiones vacías de contenido y de esencia , así como por tantos desengaños originados por los abundantes casos de mentiras, estafas o fraudes de personas que se dedican profesionalmente a engañar a los demás y a vivir a costa de la buena fe, la credulidad y hasta del fanatismo de otras personas.

Se ha entrado así de lleno en el campo de lo supersticioso, pues todas esas llamadas “Ciencias Ocultas”, así como el Esoterismo , el Ocultismo y lo Mágico, tan de moda, tienden a llenar el vacío que han ido dejado las religiones trasnochadas con sus rituales y dogmas carentes de sentido, credibilidad y su falta de respuestas lógicas, dando lugar también con ello a esa otra corriente de agnosticismo e incredulidad que han ido forjando con sus particulares conceptos de la Verdad tan desfigurados y a veces tan absurdos.

Sería injusto y erróneo no reconocer que también hay personas dotadas de ciertas capacidades psíquicas , dotadas para poder “ver” o presentir el futuro individual o colectivo, aunque los realmente dotados de percepción o conocimiento paranormal, son los menos. Estas personas reciben dinero por sus previsiones y sus facultades intuitivas, aunque basadas en determinadas normas significativas de su especialidad, funcionan mediante un estímulo material sobre el que fijan su atención dentro de esas normas particulares de cada especialidad, tal como por ejemplo, por medio de las cartas (cartomancia), las manos (quiromancia), los astros (astrología), los posos del café, etc. En sus consejos y directrices, cuando son serios y exentos de disparates, suelen emplear un método psicológico y una lógica general y procuran no arriesgar demasiado en afirmaciones muy concretas e individualizadas, actuando como auténticos y audaces psicólogos.


Extractado del Blog Inquietudes Espíritas.