17 de junio de 2019

Tipos Generales de Mediumnidad

Espiritismo, librepensador, Allan Kardec,

Tipos Generales de Mediumnidad

por Allan Kardec.

Toda persona que, en un grado cualquiera, nota la influencia de los Espíritus, es, por esta sola razón, médium. Tal facultad es inherente al hombre, y por consecuencia, no es ningún privilegio exclusivo: son pocos los que no tengan de él algún rudimento. Se puede decir, por lo tanto, que todo el mundo es médium. Sin embargo, en el uso, esta calificación sólo se aplica a los en que la facultad mediatriz está netamente caracterizada y se traduce por efectos patentes de cierta intensidad: lo que depende de una organización más o menos sensitiva. Por otra parte, es de notar que esta facultad no se revela en todos del mismo modo: los médiums tienen generalmente una aptitud especial para tal o cual orden de fenómenos, lo que produce tanta variedad de médiums como de manifestaciones. Vamos a dar algunos detalles de aquellos que pueden dar lugar a observaciones importantes.

Médiums de efectos físicos

Médiums naturales y médiums facultativos

Los médiums de efectos físicos son aquellos que tienen aptitud especialísima para producir fenómenos materiales. En esta clase es donde especialmente se encuentran los Médiums naturales, esto es, aquéllos cuya influencia se actualiza espontáneamente. No tienen la menor conciencia de su poder, y frecuentemente lo que ocurre de anormal en su derredor no les parece extraordinario: forma parte de ellos mismo, absolutamente como la personas dotadas de doble vista, de las que nadie duda. Estos sujetos son muy dignos de observación, y no se debe rehusar recopilar y estudiar los hechos de tal orden que lleguen a nuestra noticia. Se manifiestan en toda edad, y, frecuentemente, en niños de pocos años.

Esta facultad, por sí misma, no es indicio de un estado patológico, porque no es incompatible con una salud perfecta. Si aquel que la posee sufre, es por causa extraña; y por ello resulta que los medios terapéuticos son impotentes para hacerla desaparecer. En ciertos casos puede ser consecutiva a cierta debilidad orgánica: pero nunca es causa de la debilidad. No debe, pues, inspirar ninguna inquietud, desde el punto de vista higiénico: solamente podría resultar inconveniente, sí, convertido el sujeto en médium facultativo, abusara de ella, porque entonces habría en él emisión excesiva de fluido vital, y, por consiguiente, debilitación de los órganos.

Extractos de "Manual Práctico de las Manifestaciones Espíritas", por Allan Kardec.


El Encuentro con mi Guía

Espiritismo, librepensador, Allan Kardec,

El Encuentro con mi Guía

por Claudine Camus

Fue a comienzos del año 2007 cuando mi guía se manifestó por primera vez, por escritura automática para manifestarme su protección, su amor, su consuelo y la seguridad de un más allá feliz para mi hijo recientemente fallecido. Entonces, con felicidad y emoción, supe que guiaba mis pasos por el camino de mi vida presente.

La felicidad, ya inmensa, de conocer la identidad del que me protegía, no iba a detenerse allí. Apenas una semana más tarde, en el centro espírita, fue para mi gran sorpresa recibir por escritura un mensaje del guía es ya un privilegio poco banal. Reconocí, desde las primeras palabras del espíritu incorporado esta vez en Karine, nuestra médium, a mi guía. Estaba allí, presente delante de mí y me hablaba y me abrazaba con dulzura y amor. Él también estaba feliz de haberse encontrado conmigo, por haberme conocido ya en una o varias vidas anteriores. En aquel momento privilegiado, feliz, olvidé la presencia de los espíritas a nuestro alrededor y no veía ni oía más que a él. No era ya la voz de Karine, sino otra voz de entonaciones diferentes, la voz de mi guía. Ya no veía más a Karine delante de mí en aquel cuerpo femenino, veía a mi guía. Yo tenía otro hijo, también espírita, que estaba presente a mi lado en esa sesión inolvidable. Mi protector astral no dejó de llamarlo para que se uniera a nosotros. Tomó nuestras manos, las unió entre las suyas, elevadas hacia el cielo y juntos, con fervor, “oramos por la fuerza del Padre, para que todos los niños puedan vivir esto”. Orar con un espíritu incorporado en el cuerpo del médium es un momento fuerte, único y tan conmovedor.

En esos momentos, uno piensa en Dios. El encanto y la emoción de aquel instante excepcional continuaron aún con el obsequio de cuadros medúmnicos. El primero, para mí, estaba inspirado por mi propio guía y me recordaba aquel instante de felicidad. Unos días antes yo había visto ese cuadro, creado por un pintor médium presente en el grupo, y estaba entonces muy lejos de imaginar que me estaba destinado. El segundo era para mi hijo, inspirado por su hermano fallecido evocando “El amor y la energía en fusión”. Cuántas lágrimas de emoción otra vez en esta oportunidad, pues el hecho de que mi hijo desde el más allá, pueda inspirar un cuadro a un artista médium es señal de que está verdaderamente bien y de que sigue estando cerca de nosotros y amándonos. Ser espírita no significa solamente recibir, significa sobre todo dar, dar a su prójimo, a los que sufren, encarnados o desencarnados.

Estoy consciente de tener una gran suerte y un enorme privilegio de saber que me protege desde su más allá, de poder seguir con él el camino espírita que había elegido para esta vida antes de reencarnar. Los espíritas de nuestra asociación le deben a nuestros médiums, tan dedicados a la noble causa que nosotros defendemos: el espiritismo.

Extractado de la Revista Le Journal Spirite.


Ser Consecuentes con lo que Pedimos a Dios

Espiritismo, librepensador, Allan Kardec,

Ser Consecuentes con lo que Pedimos a Dios

Respuestas de un médium

"A veces mucha gente está dolida con Dios porque dicen que no ha escuchado sus súplicas, pero no se dan cuenta que sí que las ha escuchado.

Lo que ocurre es que la respuesta puede no ser la que ellos estaban buscando"

tenemos que tener cuidado muchas veces con lo que pedimos, porque pedimos una cosa, pero no deseamos que luego ocurra lo que tenemos destinado para que ocurra.

Y debemos entender que cuando uno pide algo está pidiendo algo y se puede cumplir, y que eso que se cumple no es siempre lo que nosotros queremos, o lo que habíamos pensado.

Todas nuestras elecciones tienen consecuencias.

Pedimos y tiene consecuencias.

Lo que no podemos hacer es enfadarnos, porque se nos ha dado lo que hemos pedido;

Es verdad que es muy duro, que a veces pedimos algo y no se cumple cómo queremos, y para nosotros eso no es la respuesta, pero para Dios sí.

Debemos de ser consecuentes con lo que pedimos, y no juzgar a los demás por lo que nosotros hemos pedido."

Extractado del Blog El Susurro del Ángel.