20 de junio de 2019

Conversación con el Espíritu de una Persona Viva 2/11

Espiritismo, Kardec

Conversación con el Espíritu de una Persona Viva 2/11

por Allan Kardec.

(Sociedad; 25 de noviembre de 1859)

1. Evocación. – R.: Estoy aquí.

2. ¿Tenéis en este momento consciencia del deseo que me habéis expresado de ser evocado? – R.: Perfectamente.

3. ¿En qué lugar os encontráis aquí? – R.: Entre vos y el médium.

4. ¿Nos veis tan claramente como cuando asistís en persona a nuestras sesiones? – R.: Aproximadamente, pero algo borroso; no estoy bien dormido.

5. ¿Cómo tenéis consciencia de vuestra individualidad aquí presente, mientras que vuestro cuerpo está en vuestra cama? – R.: Mi cuerpo es solo accesorio para mí en este momento, soy YO quien está aquí.

Comentario: Soy YO quien está aquí es una respuesta a destacar; para el, el cuerpo no es una parte esencial de su ser; esa parte, es el Espíritu, que constituye su Yo; su Yo y su cuerpo son dos cosas distintas.

6. ¿Podéis transportaros instantáneamente y a voluntad de aquí a vuestra casa y de vuestra casa aquí? – R.: Sí.

7. ¿Yendo de vuestra casa hasta aquí y recíprocamente, tenéis consciencia del trayecto que efectuáis? ¿Veis los objetos que se encuentran en vuestra ruta? – R.: Podría, pero declino el hacerlo, al no estar interesado en ello.

8. ¿El estado en que os encontráis, es semejante al de un sonámbulo? – R.: No del todo; mi cuerpo duerme, es decir casi inerte; el sonámbulo no duerme; sus facultades orgánicas son modificadas y no inhibidas.

9. ¿El Espíritu evocado de una persona viva podría indicar remedios medicinales como un sonámbulo? – R.: Si los conoce, o si esta en relación con un Espíritu que los conoce, si; si no, no.

10. ¿El recuerdo de vuestra existencia corporal está claramente presente a vuestra memoria? – R.: Muy claramente.

Extracto de la Revista Espírita 1860, por Allan Kardec.


MI COMENTARIO
P7 Es muy importante esa respuesta porque implica que para el espíritu VER solo depende de su intención de hacerlo. Todo puede ver pero solo manifiesta lo que le interesa en un determinado momento y podría volver atrás y responder cada cosa vista sin ningún inconveniente.
P9 El Espíritu solo sabe lo que ha estudiado o experimentado en sus vidas. Solo inventa situaciones cuando es un espíritu ligero o burlón que desea divertirse con quienes son curiosos.


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Reflexiones: Afilar el hacha

Reflexiones: Afilar el hacha


En cierta ocasión, un joven llegó a un campo de leñadores con el propósito de obtener trabajo. Habló con el responsable y éste, al ver el aspecto y la fortaleza de aquel joven, lo aceptó sin pensárselo y le dijo que podía empezar al días siguiente.

Durante su primer día en la montaña trabajó duramente y cortó muchos árboles.

El segundo día trabajó tanto como el primero, pero su producción fue escasamente la mitad del primer día.

El tercer día se propuso mejorar su producción. Desde el primer momento golpeaba el hacha con toda su furia contra los árboles. Aun así, los resultados fueron nulos.

Cuando el leñador jefe se dio cuenta del escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó:

-¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?

El joven respondió:

-Realmente, no he tenido tiempo… He estado demasiado ocupado cortando árboles…


La Convicción en los Espíritas varía Extremadamente

Espiritismo, Kardec

La Convicción en los Espíritas varía Extremadamente

por Allan Kardec.

Los medios de convicción varían extremadamente según los individuos; lo que persuade a los unos, nada produce sobre los otros; tal se convence por ciertas manifestaciones materiales, tal por comunicaciones inteligentes, y el mayor número por el razonamiento. Aun podemos añadir que para la mayor parte de aquellos que no están preparados por el razonamiento, los fenómenos materiales son de poco peso; cuanto más extraordinarios son estos fenómenos y más se separan de las leyes conocidas, más oposición encuentran, por una razón muy sencilla, y es que conduce naturalmente a dudar de una cosa que no tiene una sanción racional; cada uno la mira desde su punto de vista y se la explica a su manera: el materialista ve en ella una causa puramente física o una superchería; el ignorante y el supersticioso, una casa diabólica o sobrenatural; mientras que una explicación previa tiene por efecto destruir las ideas preconcebidas, y demostrar, sino la realidad, al menos la posibilidad de la cosa; se la comprende antes de haberla visto; pues desde el momento que se reconoce la posibilidad, la convicción está hecha en tres cuartas partes.

Extractos de "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.