El Espíritu por un Lado y el Cuerpo del Otro
Conversación con el Espíritu de una Persona Viva 4/11
por Allan Kardec.20. Ya que os evocamos según vuestro deseo, y que os placéis en poneros a nuestra disposición para nuestros estudios, describidnos lo mejor posible, y hacednos comprender, si es posible, el estado en que os encontráis. – R.: Me encuentro en un estado de lo más feliz y satisfactorio que se pueda sentir. ¿Habéis tenido alguna vez uno de esos sueños donde el calor de los ropajes de la cama os hace creer que sois delicadamente acunado en los aires, o en las tibias aguas de una corriente, nulamente preocupados de vuestros movimientos, sin consciencia alguna de extremidades pesadas e incomodas de mover o arrastrar, en una palabra sin ninguna necesidad para satisfacer; no sintiendo ni el aguijón del hambre, ni el de la sed? Me encuentro en ese estado cerca de vosotros; y aún solo os he dado una pequeña idea de lo que siento.
21. ¿El estado actual de vuestro cuerpo sufre alguna modificación fisiológica, como consecuencia de la ausencia del Espíritu? – R.: De ninguna manera; me encuentro en el estado que llamáis primer sueño; sueño pesado y profundo que experimentamos todos, y durante el cual nos alejamos del cuerpo.
Comentario: El sueño, que no era muy profundo al inicio de la comunicación, ha avanzado poco a poco, como consecuencia intrínseca del desprendimiento del Espíritu que deja al cuerpo en un estado de profunda relajación.
22. ¿Si, como consecuencia de un brusco movimiento, se despertara vuestro cuerpo mientras vuestro Espíritu está aquí, que sucedería? – R.: Lo que es brusco para el hombre es extremadamente lento para el Espíritu, que siempre tiene tiempo de ser advertido.
23. ¿La felicidad que nos habéis descrito y de la cual gozáis en vuestro estado de libertad tiene alguna relación con las agradables sensaciones que se experimentan algunas veces en los primeros momentos de la asfixia? El Sr. S…, que ha tenido la satisfacción de sentirlas (involuntariamente), os dirige esta pregunta. – R.: No anda mal encaminado; en la muerte por asfixia existe un instante análogo a aquel del cual hablamos, pero en este caso el Espíritu solo pierde lucidez, mientras que aquí se acrecienta considerablemente.
Extractos de "Revista Espírita 1860", por Allan Kardec.
En todas las respuestas y en la mayoría de los casos de ECM, Encuentros Cercanos con la Muerte, los espíritus dicen estar muy felices y alivianados del peso que representa tener un cuerpo carnal.
Aparentemente en un tramo de la asfixia se experimentaría ese estado de bienestar pero al mismo tiempo la inconsciencia por lo cual esa felicidad no es disfrutable como ocurre cuando el Espíritu lo vive intensamente.
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