6 de julio de 2019

El Mejor Método de Enseñanza Espiritista es la Razón y no ver Fenómenos

Método

El Mejor Método de Enseñanza Espiritista es la Razón y no ver Fenómenos

por Allan Kardec.

Desde que nos ocupamos de Espiritismo, no sería difícil manifestar el número de personas que han venido a nosotros, y entre éstas, cuántas hemos visto que habían permanecido indiferentes e incrédulas en presencia de los hechos más patentes, y que más tarde se han convencido por una explicación razonada; cuántas otras han sido predispuestas a la convicción por el razonamiento; cuántas, en fin, han sido persuadidas sin haber visto nada sino únicamente porque comprendieron. Hablamos, pues, por experiencia, y por lo que decimos, creemos que el mejor método de enseñanza espiritista, es el de dirigirse a la razón antes que a los ojos. Este es el que seguimos en nuestras lecciones, y tenemos motivo para quedar satisfechos. *

El estudio previo de la teoría, tiene otra ventaja, es la mostrar inmediatamente la grandeza del objeto y el alcance de esta ciencia; aquel que debuta viendo girar o golpear una mesa, está más inclinado a la burla, porque difícilmente cree que de una mesa pueda salir una doctrina regeneradora de la Humanidad. Hemos mencionado siempre que aquellos que creen antes de haber visto, sólo porque han leído y comprendido, lejos de ser superficiales son al contrario los que más reflexionan; adhiriéndose más al fondo que a la forma, para ellos la parte filosófica es la principal, los fenómenos propiamente dichos, son lo accesorio, y dicen que aun cuando los fenómenos no existieran, no dejaría de quedar una filosofía, que por sí sola resuelve problemas insolubles hasta hoy; que por si sola da al pasado del hombre y a su porvenir la teoría más racional; pues prefieren una doctrina que explica, a las que no explican o explican mal. El que reflexiona comprende muy bien, que se podría hacer abstracción de las manifestaciones y que por eso no subsistiría menos la doctrina, las manifestaciones vienen a corroborarla, a confirmarla, pero no son la base esencial; el observador formal no las rechaza, al contrario, espera las circunstancias favorables que le permitirán ser testigo. La prueba de los que avanzamos, es que antes de haber oído hablar de las manifestaciones, muchas personas tenían la intuición de esta doctrina, que no ha hecho si no dar un cuerpo, un conjunto a sus ideas.

Extractos del Libro "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.

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