Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 12 »
Mientras la mujer se retiraba con una sonrisa de paciencia, el instructor comentó con nosotros:
–Nuestra hermana posee excelentes cualidades morales, pero no supo orientar el sentimiento materno con su hijo, que ahora yace en las sombras. Le transmitió ideas de superioridad malsana, que cristalizaron en su mente, favoreciendo sus accesos de rebeldía y brutalidad. Transformándose en un tiranuelo social, el infeliz fue lanzado, sin percibirlo, en un pantano tenebroso tan pronto como dejó su cuerpo físico y la desventurada madre, se sintió responsable por haber sembrado en él engaños que arruinaron su vida, esforzándose hoy por elevarlo.(21)
–Y, ¿podrá realizar su propósito? –preguntó Hilario con interés.
–No lo dudemos –replicó nuestro amigo con convicción.
–Pero... ¿cómo?
–Nuestra amiga, que traicionó la fibra de responsabilidad moral por el exceso de comodidad, regresará a la reencarnación en un entorno económicamente pobre, recibiendo en él, cuando nuevamente sea una mujer joven, sin protección alguna, al hijo que ella misma complicó en las antiguas fantasías de mujer fútil y rica. Carente de recursos económicos, será la inspiradora de heroísmo y valor en su nuevo hijo, regenerando en él la apreciación de la vida y purificando sus energías en la forja de las dificultades y del sufrimiento.
–Y, ¿vencerán en ese difícil intento? –preguntó mi compañero, de nuevo, evidentemente intrigado.
–La victoria es la felicidad que todos les deseamos.
–¿Y si perdieran en esa batalla proyectada?
–Ciertamente –manifestó el orientador con expresiva inflexión de voz –regresarán en peores condiciones a los abismos que nos rodean.(22)
MIS OBSERVACIONES
(21) El caso de esta mujer es muy común hoy en dia. Personas que creer dar amor cuando en realidad están dando instrucciones a sus hijos contrarias al amor. Luego, el arrepentimiento es muy doloroso al advertir que no supieron cumplir su papel de educadores y por esto quieren volver a encarnar para reparar sus errores. Claro está también que el hijo no supo discernir sobre la educación de su madre y también tiene su parte de culpa.
(22) No se sabe el futuro y por lo tanto no se tiene certeza que mejoren la situación de madre e hijo. Solo les queda la posibilidad de intentarlo y de volver a hacerlo nuevamente, cuantas veces sean necesarias.
Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz
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