12 de octubre de 2019

De los que Desencarnan y Entran al Mundo Espiritual

Ayuda a los Espíritus Sufrientes

De los que Desencarnan y Entran al Mundo Espiritual

por José M. Meseguer

De los que desencarnan y entran al mundo espiritual, tenemos, por un lado a aquellas almas que despiertan a la vida espiritual en plenitud y llenos de felicidad, que son aquellos que han persistido en el bien y han controlado sus malas inclinaciones; para quienes el transito es como un ligero sueño, desembarazándose de un cuerpo pesado y molesto que ya no necesitan.  Y por otro, están aquellos que viven distintos procesos en donde pueden necesitar en algún momento de su transición, el esclarecimiento que les permita adquirir lucidez y de ese modo salir del bloqueo espiritual que les impedía avanzar. Esto significa que hay espíritus que encuentran la luz, la claridad a su situación con, simplemente, escuchar alguna conferencia de índole espiritual, a otros les es suficiente con acudir a una reunión mediúmnica y observar lo que allí acontece y se habla.

Muchos espíritus, con más dificultades que los anteriores, necesitan pasar por una materia, un cuerpo físico, para recibir un fogonazo de luz que les permita reconocerse, y sin necesidad de hablarles, comprender que durante un instante han estado en un cuerpo que no es el suyo, para, a partir de ahí, completar su esclarecimiento en el mundo espiritual por sus seres queridos ya desencarnados, o  por especialistas en estas funciones abnegadas.

Hay también un grupo muy numeroso de espíritus en condiciones lamentables, que necesitan un diálogo directo con el adoctrinador; aquella persona del equipo mediúmnico que desempeña esta labor, aprovechando la fuerza espiritual, las vibraciones y los pensamientos de sus compañeros de equipo, en sintonía con los trabajadores del otro lado.

Pueden ser espíritus que son recogidos en el instante de su muerte; desconcertados, aturdidos.

Algunos no comprenden que, de repente, nadie les haga caso, nadie de su familia les hable; vagando de un lugar a otro, o quedándose en sus lugares favoritos como si todavía estuvieran encarnados.

Muchos son recogidos del umbral, de las zonas purgatoriales donde permanecen durante mucho tiempo por afinidad vibratoria. Son aquellos que han vivido por y para la vida material; han podido hacer daño a sus semejantes o simplemente han vivido para sí mismos, sin aportar nada a los demás.

Tomado del Blog "Asociación Espírita Gran Canaria"

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