3 de mayo de 2019

Sobre que es la Sematología

Sobre que es la Sematología

por Allan Kardec.

El fenómeno es siempre provocado por causa de la aptitud de algunas de las personas que ensayan. La mesa no se limita a girar: se agita, se levanta, se yergue sobre un pie, se balancea como un barco, y acaba por sostenerse en el aire sin punto de apoyo.

Una cosa notable es que, pese a la inclinación que a veces toma la máquina, los objetos que hay encima de ella se mantengan sin caer; aun una lámpara, no corre ningún riesgo. Otro hecho no menos singular, es que estando inclinada, y por lo tanto, apoyada solamente sobre un pie, puede ofrecer una resistencia tal, que el peso de una persona no baste para vencerla.

Hasta aquí, los fenómenos no tienen ningún carácter esencialmente inteligente; pero no por ello dejan de ser curiosos y dignos de observación, como producto de una fuerza desconocida. Su naturaleza, por otra parte, es a propósito para convencer a ciertas personas a quienes no convencería ningún razonamiento filosófico. Este es el primer paso en la ciencia espirita, que nos conduce con entera naturalidad a los medios de comunicación.

Un Espíritu puede comunicar su pensamiento por el movimiento de un objeto cualquiera. El mismo resultado se obtiene con una mesa o un velador: colocados los dedos sobre el borde, sea uno solo, o sean varios, y evocado un Espíritu, si éste se presenta y si juzga del caso rebelarse, la mesa se levanta, se baja, se agita, y por sus movimientos hacia la derecha, hacia la izquierda o de balanceo, responde afirmativa o negativamente, por sus trepidaciones manifiesta su júbilo, su paciencia y hasta su cólera; algunas veces se inclina violentamente o se precipita sobre uno de los asistentes, como si hubiera estado impelida por mano invisible, y en este movimiento se reconoce la expresión de un sentimiento de afecto o de simpatía.

Uno de nuestros amigos estaba un día en su salón ocupado en manifestaciones de este género; recibió una carta, y mientras la leía, el velador avanzó hacia él, y se colocó, sin que persona alguna le influyera, al lado de la carta.

Terminada la lectura se puso la carta sobre la mesa que estaba al otro extremo del salón, y el velador la siguió y se precipitó sobre ella. De esto se dedujo la presencia de un Espíritu recién venido. simpático al autor de la carta, con quien se quería comunicar. Interrogado por medio del velador, quedaron confirmadas tales presunciones. Esto es lo que nosotros denominamos semantología o lenguaje por signos.

Conceptos Extractados de "Manual Práctico de las Manifestaciones Espíritas", por Allan Kardec.