Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 57 »
Sanzio le interrumpió, para aclarar complaciente:–Sí, en las esferas primarias de la evolución, el determinismo (50) puede ser considerado irresistible. Es el mineral obedeciendo a las leyes invariables de cohesión, y el vegetal, respondiendo con fidelidad a los principios organogénicos (51) ; pero, en la conciencia humana, la razón y la voluntad, el conocimiento y el discernimiento, entran en función en las fuerzas del destino, confiriendo al espíritu las responsabilidades naturales que debe poseer sobre sí mismo. Por tanto, aunque nos reconozcamos subordinados a los efectos de nuestras propias acciones, no podemos ignorar que el comportamiento de cada uno de nosotros, dentro de ese determinismo relativo, resultante de nuestra propia conducta, puede significar liberación abreviada o cautiverio mayor, perjuicio o mejoría en nuestra condición de almas endeudadas ante la Ley.
–Pero, aun en las peores posiciones expiatorias, –pregunté– ¿disfruta la conciencia de los derechos inherentes al libre albedrío?
–¿Cómo no –dijo el Ministro, con generosidad– imaginemos un delincuente monstruoso, internado en la cárcel. Acusado de varios crímenes, permanece privado de toda libertad. Aún así, en la hipótesis de que aproveche el tiempo en la cárcel sirviendo espontáneamente el orden y el bienestar de las autoridades y de los compañeros, acatando con humildad y respeto las disposiciones de la ley que corrige, (actitud que resulta de su libre albedrío para ayudarse o perjudicarse a sí mismo), al poco tiempo, ese prisionero, comenzará por atraer la simpatía de los que le rodean, avanzando con seguridad en la recuperación de sí mismo.
El razonamiento era claro, pero, no deseando perder el hilo de la sencilla lección, dije:
–Venerable bienhechor, para nuestra superación, ¿Podría darnos más amplias indicaciones sobre la mejor manera de colaborar con la Ley Divina, en nuestro propio favor? ¿Disponemos de algún medio para eludir la justicia?
Sanzio sonrió, y observó:
MIS OBSERVACIONES
(50) Somos como una semilla de una planta que tiene en potencial todo lo que es para ser lo que en ella está programado. Al igual que la semilla de la planta que germina, el espíritu evoluciona y toma consciencia de si mismo.
Ante la pregunta sobre el determinismo. O sea que ya está prefijado el destino de manera inexorable, el ministro le aclara que en los comienzos es casi inevitable, no ocurre esto cuando existe cierta consciencia.
(51) La organogénesis es el conjunto de cambios que permiten que las capas embrionarias, se transformen en los diferentes órganos que conforman un organismo (nota del traductor).
Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz
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