30 de noviembre de 2019

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 59 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 59 »

La aclaración era valiosa y, por esa razón, con la curiosidad respetuosa del alumno que se halla interesado en aprender, pregunté:
–¿Qué debe hacer la criatura, debidamente, para rescatar el precio de su liberación?
Sanzio no se dio por sorprendido, y replicó rápidamente: –como cualquier deudor que, de hecho, se empeñe en la solución de sus compromisos. El hombre sumamente endeudado, necesita aceptar las restricciones de su comodidad para pagar sus deudas a expensas de sus propios recursos. Por tanto, no puede vivir holgadamente, y sí con abstinencia y con sudor, con el fin de poder liberarse lo antes posible…
El gran orientador hizo una pausa momentánea como para reflexionar, y continuó:
–Volvamos al símbolo de la planta. Imaginemos que una semilla de naranja cae en terreno pobre y seco. Según las leyes que rigen las actividades agrícolas, germinará bajo muchos obstáculos, transformándose en un arbusto raquítico, con lamentable producción a su debido tiempo. Pero, si el labrador le cuida acudiendo a sus necesidades más exigentes desde el inicio de la lucha, ofreciéndole abono y defensa, así como ayudándola con la poda saludable en el momento oportuno, la planta de naranja atenderá brillantemente su propio destino... Semejantes cuidados, no obstante, deben ser puestos en acción en su justa hora, es decir, cuando en la Tierra se halla el alma y, tanto como sea posible, comenzar esa restauración en los mejores tiempos de la jornada física...
Hilario, que seguía aquella interesante exposición, fascinado como yo por la lógica de aquellas palabras sencillas pero sabias, preguntó:
–Y, ¿qué hacer cuando la criatura no puede contar, en la infancia o en la juventud, con preceptores dados al bien, capaces de actuar como labradores diligentes, al lado de aquellos que comienzan de nuevo la lucha humana?
–Sin duda –dijo el Ministro– la niñez y la juventud, son las épocas más adecuadas para la construcción de la fortaleza moral con que el alma encarnada debe tejer gradualmente la corona de la victoria que le corresponde alcanzar. Pero es necesario comprender que, en el espíritu consciente, la voluntad simboliza el labrador a que nos hemos referido, y el abono, la irrigación y la poda, constituyen el servicio incesante a que debe consagrarse nuestra voluntad, en la reconstrucción de nuestros destinos. Por eso, todo minuto de la vida es importante para renovar y redimir, perfeccionar y purificar. Debemos comprender que la tempestad, como símbolo de crisis, surgirá para todos en determinado momento, pero el que tenga un refugio, superará los peligros con sorprendente valor.
La explicación alcanzaba nuestras mentes de igual modo que el rayo de sol penetra en un recinto oscuro.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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