24 de octubre de 2019

Si Aprendemos a Sufrir Bien, el Dolor se Convierte en Salud

Extracto del Prólogo

Si Aprendemos a Sufrir Bien, el Dolor se Convierte en Salud

por José Aniorte Alcaraz.

Creer en Dios y tener fe, esto no es suficiente. Si no mejoramos nuestros pensamientos y seleccionamos nuestros deseos, nos alejamos de Dios y nuestra fe muere; si por el contrario mejoramos y controlamos nuestros pensamientos, deseos y pasiones, y creamos en nuestro interior una energía más pura en vez de contaminarla con nuestros deseos inferiores, entonces nuestra fe se fortalece y podemos superar el obstáculo que se interponga en nuestro camino, porque ya sentimos la necesidad de creer en Dios y de ser un humilde servidor de Él.

Es necesario el sufrimiento físico y la angustia moral, para que el Espíritu se afine, y se desembarace de sus partículas groseras. Si aprendemos a sufrir bien, el dolor se convierte en salud, es el agente más noble de la perfección, si conocemos su origen y tenemos paciencia para no dejarnos dominar por él.

En esta existencia, yo he sufrido mucho, y puedo decir que nunca me he dejado dominar por la tristeza, por la desesperación o por el abatimiento: siempre he tenido fuerzas para luchar con el dolor y contra él.

Ya he llegado a mi vejez. El término de mi obra se acerca. Después de 55 años de estudios, de meditaciones, de experiencias y de trabajos, deseo decirles a todos mis queridos hermanos, a todos los que sufren, a todos los afligidos de este mundo: que hay una justicia infalible en el Universo, y que todo sufrimiento tiene su mérito, pues no existe pena que no tenga compensación, ni humildad sin premio.

El sufrimiento y las lágrimas, nos conducen hacia un fin grandioso, fijado por Dios, y todos tenemos a nuestro lado un guía seguro, un buen consejero invisible para sostenernos y consolarnos.

Extractos del Libro "Hechos y Obras de una Vida", José Aniorte Alcaraz.

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