La reencarnación es el camino de la evolución
por Alejandro MotaEl infinito es lo desconocido, sin comienzo o fin, así como Dios. Nosotros, espíritus en evolución, si tuvimos un comienzo, no sabemos cómo y dónde tendremos un fin. Se puede comprender esto luego a las primeras respuestas de los Espíritus en el Libro de los Espíritus.
El Espiritismo nos propone la reencarnación como la clave de la comprensión del camino del espíritu en el infinito, y sugiere que podremos a partir de algún momento entender a Dios.
Ese momento está ligado a cuanto evolucionado podremos ser en el futuro. Entender la palabra evolución en el sentido de acercarse a Dios es algo tan grandioso como nebuloso; grande por estar acercándose a nuestro destino, nebuloso por tener poco de como entender la amplitud de Dios.
Sin embargo, ese camino, ciertamente lleva a la respuesta de una de las mayores angustias de la posmodernidad: el sentido de la vida.
Para nosotros, espíritas, la reencarnación es el camino de esa evolución, individual y colectiva. Al mirar la historia del planeta Tierra, podremos entender la epopeya del espíritu como ser humano y circunscrito a ese planeta: salimos de una situación precaria de conservación de la vida física y evolucionamos hacia un mundo tecnológico; evolucionamos de un sistema nómada para la complejidad de las aglomeraciones humanas regidas por instituciones, diferentes culturas interconectadas e interdependientes.
Este proceso histórico fue calcado en la ley del más fuerte que, poco a poco, se convirtió en la ley del poder económico, y desde siempre el modelo de siervos y maestros rige nuestro mundo, con rupturas y mejoras aquí y allá, pero aún habitamos un planeta en que miles de millones de personas duermen con hambre, frío y son vulnerables a los más diversos tipos de violencias.
Extractado del Blog de la Asociación Brasileña de Pedagogía Espírita.