La actualización del Espiritismo
Por Jon AizpúruaActualizar el Espiritismo no implica, en forma alguna, la eliminación o la sustitución de ninguno de sus postulados centrales. Pero significa, eso sí, revisar la manera como son entendidos e interpretados, y adecuarlos a las nuevas conquistas del conocimiento científico. Encontramos numerosos temas y conceptos que apenas fueron insinuados en las obras kardecianas, y que requieren ser completados y desarrollados. La ciencia y sus aplicaciones tecnológicas han abierto rumbos que antes no existían y que el Espiritismo debe también incorporar. Y el lenguaje con que se comunican las ideas, con todas sus implicaciones semánticas y semiológicas, debe ser revisado, modificado y perfeccionado.
Eso, que es tan obvio y elemental, y que provoca tanto escozor a los espíritas de mentalidad conservadora y dogmática, ya lo hizo Kardec en su momento. En abril de 1857 publicó El Libro de los Espíritus conteniendo 501 preguntas y respuestas, y en 1860, dio a conocer la que sería la segunda y definitiva edición con 1018 cuestiones. ¡Había revisado diversas opiniones y más que duplicado el número de asuntos abordados! En 1858 publicó Instrucción práctica sobre las manifestaciones espíritas, y después tomó la decisión de no editar más esa obra y refundirla en El Libro de los Médiums. Tanto en sus libros como en la Revue Spirite, Kardec reconoce, con la honestidad que le caracterizaba, que en numerosas oportunidades se vio obligado a variar su opinión sobre ciertos temas e interpretaciones, e invita a los espíritas a actuar siempre de ese modo para evitar que la doctrina quede marginada del progreso en general.
La actualización del Espiritismo es un planteamiento y una actitud que se sintonizan plenamente con la letra y con el espíritu de las enseñanzas de su ilustre Codificador. No otra cosa haría él en estos momentos y no otra cosa nos está reclamando que hagamos. Esta convicción nos mueve a expresar con firmeza y serenidad que la vigencia de Kardec no está en discusión, que su pensamiento es muy actual, y que el sentido dinámico y progresista de su obra es la mayor garantía de que siempre estará en sintonía con el progreso.
La actualización del Espiritismo es una necesidad inaplazable y un desafío a la inteligencia, a la cultura y a la sensibilidad de los espíritas.
Extractado del Blog Selecciones Espíritas.