6 de abril de 2019

Diagnosticar como psicóticas a personas que dicen ver y oir muertos

Diagnosticar como psicóticas a personas que dicen ver y oír muertos


En otros países, como los Estados Unidos, el interés por la mediumnidad aun es una sorpresa. Los editores del médium americano James Van Praagh, autor de Conversando con los Espíritus, lanzado en Brasil por la editora Salamandra, se asombran con la venta de 600 mil ejemplares que alcanzó en tres meses en aquel país. Praagh vino a Brasil hace tres semanas para un tour espiritual con un grupo de 39 norteamericanos.

Existe hoy una creciente disposición de la ciencia para entender fenómenos como esos. Aunque continúe negando la existencia de espíritus hasta prueba en contrario, hay menos prejuicios y más interés por el asunto. Sucesores de Freud, que a finales del siglo XIX calificó como histeria y múltiple personalidad lo que sus contemporáneos consideraban posesión, abrieron espacio para nuevas respuestas.

Esa brecha puede ser observada, por ejemplo, en las recientes recomendaciones del National Institute of Health, en los Estados Unidos: Se sugiere la oración y los tratamientos espirituales, como los pases o toque por las manos, para complementar tratamientos médicos. Otro ejemplo es la excepción del último DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), especie de Biblia de la psiquiatría. Según el informe, el clínico debe tener cuidado al diagnosticar como psicóticas a personas que dicen ver y oír muertos, pues en algunas culturas religiosas eso puede no significar alucinación o psicosis. “Es la admisión antropológica de la mediumnidad, una primera apertura para entenderla como función psíquica”, dice el psiquiatra Sérgio Felipe de Oliveira, investigador del área de anatomía de la Universidad de Sao Paulo y director del Instituto Pineal-Mind de Salud, que estudia la integración cerebro, mente y espíritu. “La mediumnidad no es un concepto religioso, sino un atributo biológico”, afirma él, que también da un curso de Psicobiofísica en convenio con la USP.

Extractado de Anuario de la Federación Espírita Española.