Espíritu y Materia
La materia existe en estado que el hombre ignora.
Más allá de la ciencia, que es la fuente de los conocimientos que el hombre puede adquirir con el propio esfuerzo, aplicando la inteligencia, la lógica de los raciocinios y el método experimental, tiene en la doctrina otra importante fuente de adquisición de conocimientos. Dios permite que la revelación le sea hecha por intermedio de Espíritus Superiores en el dominio exclusivo de la ciencia pura, esto es, sin cualquier objetivo utilitarista, aplicación práctica o tecnológica.
La Ciencia terrenal se limitó hasta hoy a considerar como únicas realidades existentes la materia y la energía. Profundizándose, no obstante, en el estudio de esos dos elementos, el hombre llegó a la conclusión de que ellos están de tal modo y tan estrechamente relacionados que representan, en verdad, dos expresiones de una sola y misma realidad. No siendo la materia más que energía condensada o concentrada, limitada en su fuerza y dinamismo propios, verdaderamente esclavizada, encerrada, en ámbitos restrictos para formar las masas densas de los cuerpos materiales.
Inversamente, en determinadas condiciones, la materia es obtenida en su masa, desconcentrándose, descondensandose, desintegrándose y liberando energía en radiaciones diversas de naturaleza corpuscular. Así, hay, siempre, lado a lado en el Universo, materia densa y energía libre en interacciones reciprocas, que condicionan los dos procesos inversos de condensación y de liberación de energía. Es ya enorme el acervo de conocimientos que sobre ese aspecto del Universo la ciencia y la tecnología permitieron al hombre acumular, más que, evidentemente, escapa a los objetivos de este resumen.
Es importante, no obstante, asimilar que la Ciencia no considera, en la constitución del Universo, sino solo el elemento material, ya sea en su estado denso, o en sus manifestaciones energéticas. La revelación no procedió así y fue más allá, al enseñar que existen fundamentalmente dos elementos generales en el Universo: el elemento material y el elemento espiritual.
Es mas: el elemento material no abraza solamente las formas densas, visibles y tangibles, dotadas de masa y ponderabilidad, extensión e impenetrabilidad, hay además estados sutiles, inaccesibles a nuestros sentidos, en que desaparecen la tangibilidad y la ponderabilidad, y surge la característica penetrabilidad, con relación a la masa densa.
Extractado del Blog Inquietudes Espíritas.