Manifestaciones extrañas de Espíritus
Así como una médico que escuchaba voces internas, otras personas tienen sus vidas invadidas por situaciones extrañas y aflictivas. Pierden el control emocional cuando comienzan a oír voces y ruidos, a ver imágenes y a tener convulsiones y desmayos.
“A veces llegan a nosotros personas que no comprenden lo que les está sucediendo”, dice la abogado Julia Nezu de Oliveira, vicepresidente de la Unión de Sociedades Espíritas del Estado de São Paulo. Para los espíritas, educar la mediumnidad, significa limitarla a ciertos momentos y encaminarla hacia el bien. Ella tiene varias formas de manifestación: las voces, la parlante o psicofonía, en la que el médium habla como si fuese otra persona, la videncia que puede volverse hacia el futuro o para visiones inexplicables, y, la curación, por cirugías espirituales, que son muy procuradas hoy.
Saber si esas manifestaciones extrañas vienen de los espíritus o de mecanismos de la mente humana es el principal conflicto entre los estudiosos creyentes y los escépticos. Es difícil establecer una frontera entre la mente y otra dimensión. “Sólo con la experiencia se sabe cuando un pensamiento es propio o de otro espíritu.
La telepatía, los presentimientos o la retrocognición— captar el pasado de otra persona—son fenómenos que conocemos y que son provocados por la misma persona. Pero la mediumnidad supera cualquier función psíquica”, dice la médico Marlene Nobre. Pero, ¿qué tienen los médiums de más que las personas comunes.
Se analizan ciertas particularidades en el funcionamiento cerebral y se sospecha que ciertas regiones como la glándula pineal (en el centro del cerebro), el lóbulo temporal y el sistema límbico (responsable por las emociones) son específicamente activados en el momento del fenómeno.
El científico Sérgio Felipe de Oliveira, de la USP, sustenta que hasta la respiración celular forma parte del proceso bioquímico de la mediumnidad, que sería responsable por la producción del llamado ecto-plasma, descrito como la energía humana capaz de posibilitar a los espíritus entrar en contacto con la materia. Muchas de las recientes teorías sobre el comportamiento del cerebro durante el trance tropiezan con revelaciones que supuestos espíritus ya habían anunciado décadas antes. La participación de la glándula pineal como forma de posibilitar la comunicación del médium fue descrita en una psicografía de Chico Xavier en 1945, por el espíritu de André Luiz.
Extractado de Anuario de la Federación Espírita Española.