¿Qué podemos cambiar en nuestra vida?
Nos preguntan si es realmente posible mediante la educación reformar el carácter de una persona.
La respuesta es: sí. Contrariamente a lo que siempre se imaginó, descubrimientos recientes en el campo de la biología y de los estudios de la mente han probado que tanto el cerebro como la mente humana pueden reajustarse de manera drástica y la gente puede cambiar en cualquier etapa de la vida.
Las investigaciones recientemente divulgadas han cuestionado incluso uno de los dogmas del psicoanálisis según el cual los adultos cargan para siempre los traumas vividos en la infancia. Martin Seligman, docente de la Universidad de Pensilvania, afirma en su obra titulada "Lo que usted puede cambiar y lo que no puede" que es posible a la criatura humana cambiar la timidez, el mal humor, el pesimismo, la depresión y casi todas las disfunciones sexuales, como la frigidez y la impotencia.
Sanjay Srivastava, uno de los más abiertos estudiosos en esta área, sostiene, sobre la base de experiencias que él conduce, que las mujeres que sufren de ansiedad en la adolescencia tienden a recuperar la auto-confianza entre los 30 y 40 años.
Para nosotros, espiritistas, tales ideas no son sorprendentes, porque la evolución o progreso es uno de los principios fundamentales del espiritismo, y para el tratamiento de la infancia, se mantiene firme en la afirmación constante de emisión 385 d' Libro de los Espíritus , que dice que puede por medio de la educación, reformar el carácter y reprimir las malas inclinaciones que el niño trae del pasado, misión sagrada -añaden los inmortales- que Dios confió a los padres y de la cual éstos deberán rendir cuentas.
Extractado del Blog Espiritismo Siglo XXI.