15 de mayo de 2019

La Comunicación con Espíritus es toda una Revolución

La Comunicación con Espíritus es toda una Revolución

por Allan Kardec.

El solo hecho de que exista la posibilidad de comunicarse con los seres del mundo espiritual tiene consecuencias incalculables de la más alta gravedad; es todo un mundo nuevo que se nos revela, y que tiene tanta importancia, que alcanza a todos los hombres sin excepción.

Este conocimiento no puede dejar de aportar, generalizándose, una modificación profunda en las costumbres, en el carácter, y en las creencias que tienen una gran influencia en las relaciones sociales. Es toda una revolución que se produce en las ideas, una revolución tan grande y tan poderosa, que no se circunscribe a un pueblo o a una casta, sino que alcanza simultáneamente el corazón todas las clases, de todas las nacionalidades y de todos cultos.

Es pues con razón que el Espiritismo está considerado como la tercera de las grandes revelaciones. Veamos en qué difieren estas revelaciones, y por que lazos se relacionan unas con las otras.

Moisés, como profeta, reveló a los hombres el conocimiento de un Dios único y soberano, Maestro y Creador de todas las cosas; promulgó la ley del Sinaí y asentó los fundamentos de la fe verdadera; como hombre, fue el legislador del pueblo por el cual esta fe primitiva, depurándose, debía un día difundirse sobre toda la Tierra.

Cristo, tomando de la antigua ley lo que era eterno y divino, y rechazando lo que sólo era pasajero, totalmente disciplinario y de concepción humana, añade la revelación de la vida futura, de lo que Moisés nunca había hablado, y de las penas y las recompensas que esperan al hombre después de la muerte. .

El punto más importante de la revelación de Cristo, en el sentido de ser la primera fuente y la piedra angular de toda su doctrina, es el punto de vista totalmente nuevo bajo el cual hace contemplar la Divinidad. No es más el Dios terrible, celoso y vengativo de Moisés, el Dios cruel y despiadado que riega la Tierra de sangre humana, que ordena la matanza y el exterminio de los pueblos, sin exceptuar a mujeres, niños y ancianos, que castiga a quienes ahorran víctimas; no es más el Dios injusto que castiga a todo un pueblo por la falta de su jefe, que se venga del culpable sobre la persona del inocente, que golpea a los niños para la falta de su padre; sino un Dios clemente, soberanamente justo y bueno, lleno de mansedumbre y de misericordia, que perdona al pecador arrepentido y juzga a cada uno según sus obras; No es más el Dios de un único pueblo privilegiado, el Dios de los ejércitos que dirige los combates para sostener su propia causa contra el Dios de otros pueblos, sino el Padre común del género humano, que extiende su protección sobre todos sus hijos y les llama a Él; no es más el Dios que recompensa y castiga solo por los bienes terrenales, que basa la gloria y la felicidad en el avasallamiento de los pueblos rivales y en la multiplicidad de su prole, sino el que dice a los hombres: "Vuestra patria verdadera no está en este mundo, está en el reino de los cielos; es allí dónde los humildes de corazón serán elevados y dónde los orgullosos serán rebajados”.

No es más el Dios que hace una virtud de la venganza y ordena devolver ojo por ojo, diente para diente; sino el Dios de misericordia que dice: "Perdonad las ofensas, si queréis ser perdonados; devolved bien por mal; no hagáis nunca a los demás lo que no querríais para vosotros mismos”. No es ya el Dios mezquino y meticuloso que impone, bajo las penas más rigurosas, la forma en la que desea ser adorado, que se ofende la inobservancia de una fórmula; sino el Dios grande que mira el pensamiento y no las formas. No es ya, por fin, el Dios que desea ser temido, sino el Dios que desea ser amado.

Conceptos Extractados de "Caracteres de la Revelación Espirita", por Allan Kardec.
MI COMENTARIO
Es muy probable que en el futuro cercano, la doctrina tenga la nueva revelación de que Dios no es un Ser como se lo describe casi habitualmente. Un Dios que tiene voluntad, que concesiona, que otorga, que no es malo sino bueno.
Pienso que esos conceptos de un Alguien fueron necesarios e inevitables en el siglo 19 durante su confección. Pero hoy las hipótesis son mas racionales o si se quiere menos infantiles que las alentadas desde las religiones. Hoy se piensa en Dios mas como una Causa Impersonal que como un Ser Supremo.
La doctrina no estuvo muy clara en este punto y es lógico que así ocurra, debido a que la respuesta exacta nunca la conoceremos.
En algunos puntos del Génesis se habla de Dios como un Fluído que lo abarca todo y esto daría lugar al concepto de un Dios que no es Alguien sino Algo, como también se menciona en el Libro de los Espíritus cuando la pregunta es Que es Dios y no Quien es Dios.