12 de julio de 2019

El Espíritu Inmortal

La Comprensión de la Muerte como Interfase de la Vida  

El Espíritu Inmortal 

Por Maria Cristina Zaina

La muerte debe ser vista como parte inherente del proceso de la vida, y los tratamientos instituidos deben estar centrados no en la lucha contra la enfermedad, sino buscando la mejor calidad posible del tiempo restante y el conforto del paciente.

El conocimiento espiritista al hablarnos de la inmortalidad, desmitifica este proceso al mostrar que la muerte no es nada más que una faceta de nuestra propia vida como Espíritus inmortales. Que ya la vivenciamos muchas veces y que nuestra esencia permanecerá después del abandono del cuerpo físico, pues la vida prosigue ininterrumpidamente.

Es la certeza de que nuestros amores que ya partieron o que están por desencarnar no se perderán en el infinito; que es posible encontrarlos durante el sueño y que estarán siempre próximos a nosotros a través de los sentimientos y de los pensamientos afines, para los cuales no existen barreras. Todo esto nos sirve de profundo consuelo ante el dolor inevitable de la separación física.

Y al contrario de lo que pueda parecer, la constatación de que ella llegará para todos nosotros asociada a la consciencia espiritista, deberá llevarnos a reflexiones profundas sobre nuestras propias vidas y de cómo queremos morir; de la importancia de prepararnos -y también a nuestros familiares para estos momentos.

Morir para renacer. ¡¡¡Progresar siempre es la ley!!! Existimos para aprender y, por tanto, debemos aprender no solamente a vivir, sino también a morir. La desencarnación es el proceso por el cual evaluamos todo cuanto ya comprendemos de la propia vida.

La muerte siempre fue condición humana. Es preciso que retomemos la consciencia de esto y la tratemos como merece y debe ser tratada: proceso natural y muchas veces, libertador.

Extractos del Boletín "Flama Espírita"

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