Educación en el Hogar
Esconder a los Niños la Verdad Espírita sería Cometer un Crimen
por José Herculano Pires¿Por qué razón los católicos y los protestantes pueden enseñar a sus hijos que existe el infierno y el diablo, que la condena eterna los amenaza y que el ángel de la guardia puede protegerlos, y el espírita no puede enseñar principios mucho más consoladores y racionales? Si el miedo al diablo y al infierno no traumatiza a los niños de las religiones formalistas, ¿por qué razón la enseñanza de que no existe el infierno ni tampoco existe el diablo los asustará? No habrá lógica ninguna en esta actitud que es consecuencia apenas de preconceptos aún no superados por los padres, en la educación errónea que recibieran cuando eran niños.
Los niños de hoy están preparados para enfrentar la realidad del nuevo mundo que está naciendo. Este nuevo mundo tiene por cimientos los fundamentos del Espiritismo, porque los principios de la doctrina están siendo confirmados día a día por las Ciencias. La mente humana se abre en este siglo para el conocimiento racional de los problemas espirituales. Llegó el momento del Consolador prometido por Cristo. Los padres espíritas precisan comprender esto e iniciar sin temor a sus hijos en la doctrina que les garantizará tranquilidad y confianza en la vida nueva que inician.
La mejor manera de desenvolver la educación espírita en el hogar sería organizar fiestas dominicales con oraciones, recitaciones infantiles de tema evangélico, explicación de las parábolas, canciones espíritas y juegos recreativos, que ayuden a despertar la creatividad de los niños. El Espiritismo es alegría, espontaneidad, sociabilidad. Estas fiestas preparan al espíritu del niño para el aprendizaje en las aulas de los Centros y para las aulas de Espiritismo en la escuela.
Esconder a los niños de hoy la verdad espírita sería cometer un verdadero crimen contra su progreso espiritual y para su integración en la cultura espírita del nuevo mundo que está naciendo. Que los padres espiritas no se hurten a este deber. La educación en el hogar será la base de todo el proceso posterior de educación escolar y de educación social, que los adolescentes y los jóvenes irán a enfrentar en la vida.
No importa que algunos espiritas metidos a sabihondos combatan la educación espírita. Dios los perdonará, porque ellos no saben lo que hacen. Lo que importa es que los padres se enterasen de sus responsabilidades personales, que no pueden transferir a ninguno, y traten de cumplirlas. Si fueren realmente espiritas, los padres sabrían cuanto el Espiritismo les ha valido en la vida. ¿Qué derecho tendrán para negar a los hijos el conocimiento de esta doctrina que tanto bien les hace? ¿Querrán que sus hijos se extravíen en el materialismo y en la irresponsabilidad que desgracia a tantos jóvenes de hoy?
Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"
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