La Gran Causa
por Allan Kardec.¡Qué admirable es la gran obra de la Creación!.... ¿Quién se atreverá a negar la causa de tan maravillosos efectos? ¿Quién al contemplar el infinito en una noche apacible y serena, viéndolo poblado de estrellas que proyectan mil reflejos no se siente trasportado a regiones desconocidas, llenándose su alma de un bienestar, de una felicidad incomprensible? ¡Momentos sublimes en que el hombre por escéptico que sea, ve impreso en todo la mano de Dios, y su espíritu no puede menos de elevarle una plegaria, rindiendo adoración al Ser que nos dio el ser!
¿Acaso el universo debió ser casual?..... Para hacer una máquina insignificante, vemos que se necesita una gran inteligencia humana, y la creación, esa maravilla que nosotros no podemos comprender, había de haberse creado a sí misma. ¿Dónde se ve un caso creado por sí?... Y si todo tiene su causa, busquemos la del Universo y la del hombre, y encontraremos indudablemente a Dios. Acojámonos al Espiritismo; a esa tabla salvadora que se nos aparece en medio del gran naufragio de la vida, que nos protegerá de sus rudos embates y estemos seguros que por fin, ella nos conducirá a puerto de salvación.
Extractos de "Revista La Revelación Año 1872", por Allan Kardec.
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