31 de diciembre de 2019

Cuando una Idea no tiene Raíces, puede Causar un Brillo Pasajero, pero en poco Tiempo Muere

Propagación del Espiritismo

Cuando una Idea no tiene Raíces, puede Causar un Brillo Pasajero, pero en poco Tiempo Muere

por Allan Kardec,septiembre de 1858

El Espiritismo ha tenido, pues, que marchar sin el apoyo de ningún auxilio extraño, y he aquí que, en cinco o seis años, se ha difundido con una rapidez prodigiosa. ¿De dónde ha sacado esa fuerza, sino de sí mismo? Es necesario, pues, que él tenga en su esencia alguna cosa muy poderosa para ser así propagado sin los medios estimulantes de la publicidad. Es que, como lo habíamos dicho anteriormente, quienquiera que se dé el trabajo de profundizar en él, encuentra lo que buscaba, lo que su razón le hacía entrever, una verdad consoladora; en resumidas cuentas, extrae de él la esperanza y una verdadera satisfacción. Por eso, las convicciones adquiridas son serias y duraderas: no son opiniones ligeras que un soplo hace nacer y que otro soplo hace desaparecer.

Alguien nos decía últimamente: «Encuentro en el Espiritismo una esperanza tan suave, extraigo de él consuelos tan dulces y tan grandes, que todo pensamiento contrario me dejaría muy desdichado, y siento que mi mejor amigo se me volvería insoportable si intentara arrancarme de esa creencia». Cuando una idea no tiene raíces, puede causar un brillo pasajero, como esas flores que se hacen crecer a la fuerza; pero, en poco tiempo, por falta de sustento, esa idea muere y ya no se habla más de ella. Al contrario, aquellas ideas que tienen una base seria crecen y persisten: acaban por identificarse tanto con las costumbres que, más tarde, uno se sorprende de que alguna vez se haya podido pasar sin ellas.

Extractos de "Revista Espírita 1858-1861", por Allan Kardec.

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