Identidad cultural: características, elementos, formación, pérdida
La identidad cultural es una serie de tradiciones, valores y costumbres que conforman la idiosincrasia de una determinada comunidad o de un grupo de personas en específico. A través de la identidad cultural las personas pueden construir el sentido de pertenencia, que es fundamental para preservar las peculiaridades de cada nación.
Además, tener conocimiento de una identidad cultural les permite a los individuos tener consciencia de la otredad; es decir, mediante el conocimiento de este concepto los seres humanos desarrollan la habilidad de reconocer al otro, lo que incentiva la curiosidad por otras culturas y tradiciones. Por ejemplo, la identidad cultural fomenta un turismo sano.
Así mismo, un ciudadano puede elegir el determinado grupo social al que quiere pertenecer. Esto se debe a que dentro de una comunidad pueden surgir diferentes subculturas con diferentes planteamientos de tradiciones y valores. Por ende, un individuo puede escoger aquella rama de su identidad cultural con la que se sienta más a gusto.
Según varios autores, la construcción de una identidad surge gracias a la dialéctica gestada entre individuo y sociedad. Aunque la imagen colectiva es esencial para comprender una cultura, la identidad se construye gracias a un proceso de interiorización e individualidad que debe realizar cada persona para conocer los aspectos con los que se identificará.
También se ha establecido que una identidad cultural no solo se puede estudiar como un fenómeno aislado, sino que además puede surgir como una oposición a otras identidades.
Por consiguiente, algunas identificaciones culturales se pueden definir mediante la oposición a otras. Esto quiere decir que cierto grupo de una determinada comunidad suele definirse a sí mismo mediante la acentuación de las diferencias que mantiene con otras culturas o con otras sociedades.
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