12 de marzo de 2019

Lo que se siente al morir

Lo que se siente al morir

por P.M.H. Atwater

Hay un aumento de energía al momento de morir, un aumento en la velocidad, como si repentinamente estuvieras vibrando más rápido que antes. Utilizando un radio como analogía, este aumento de velocidad es comparable a haber vivido toda tu vida en una cierta frecuencia de radio cuando repentinamente alguien o algo viene y cambia el dial. Ese movimiento te cambia a otra longitud de onda superior. La frecuencia original donde una vez exististe esta todavía allí. No cambió. Todo es aún lo mismo que era antes. Sólo tú cambiaste, solo tú aceleraste para permitir la entrada hacia la próxima frecuencia de radio en el dial.

Como sucede con todos los radios y las estaciones de radio, pueden presentarse distorsiones de las señales de transmisión debido a patrones de interferencia. Estos pueden permitir o forzar a las frecuencias a coexistir o a mezclarse por períodos de tiempo.

Normalmente, la mayoría de los cambios en el dial son rápidos y eficientes pero, ocasionalmente, uno puede encontrar interferencia quizá de una emoción fuerte, de un sentido del deber o de una necesidad de cumplir con un voto o mantener una promesa. Esta interferencia puede permitir la coexistencia de frecuencias por unos pocos segundos, días o aún años (quizá eso explica los fantasmas o aparecidos); pero más tarde o más temprano, eventualmente, cada frecuencia dada de vibración, perseguirá o será empujada hacia donde pertenece.

Tú encajas en tu punto particular del dial debido a tu velocidad de vibración. No puedes coexistir para siempre en donde no perteneces. ¿Quién puede decir cuántos puntos hay en el dial o cuántas frecuencias hay para habitar? Nadie lo sabe. Al morir cambias frecuencias. Cambias sobre otra longitud de onda en la vida. Todavía eres un punto en el dial pero te mueves un grado hacia arriba o hacia abajo.

Tú no mueres cuando mueres. Tú cambias tu conciencia y tu velocidad de vibración.

Eso es todo lo que la muerte es…un cambio.


Extractado del Blog Grupo Espírita de La Palma.