22 de marzo de 2019

Reencarnaciones Iniciales

Reencarnaciones Iniciales

por Ricardo di Bernardi

El mundo animal y el vegetal están formados de los mismos elementos constitutivos en el sentido material.
El elemento espiritual y el elemento material son dos principios constitutivos del Universo. El elemento espiritual es individualizado es el de los Espíritus. El elemento material individualizado  constituye los diversos cuerpos de la naturaleza, orgánicos e inorgánicos.

Todos los fenómenos de la naturaleza pueden ser explicados por las leyes naturales. Las leyes físicas, químicas y biológicas que nos dan el mecanismo de la vida, del microscopio celular o sobre la magnitud del microcosmos.

Estas leyes, que son automáticas, son regidas por la ley Universal. Esta ley omnipresente, la llamamos Dios. Siendo perfecta, a de ser inmutable, pues solo lo imperfecto sufre cambios buscando el perfeccionamiento progresivo. Por eso al ser inmutable la Ley Universal, se concibe su acción constante y uniforme.

Por la regularidad y constancia de la ley Universal, concluimos que no hubo un momento de la creación. Dios irradia constantemente y se proyecta centellas divinas o principios espirituales que proviniendo de un ser perfecto solo podrán tener un destino: la evolución, infinita rumbo a la perfección.

Dios crea siempre. Un ser perfecto, omnipresente e inmutable, Ley universal omnisciente no tienen un gráfico de creación o un momento para crear, más si una acción creativa constante y eterna.

La encarnación primera  por tanto  fue para nosotros, hoy seres humanos, hace incontables millones de años.
El espíritu durmió en los átomos y pasó el gran sueño por el reino mineral, soñó en las organizaciones vegetales, se agito por las especies animalizadas para despertar en la especie humana, rumbo a la conciencia superior en seres futuros.

Todo sirve, todo se encadena  en la naturaleza, desde el átomo primitivo hasta el arcángel, que también comenzó por ser   átomo.

La distancia entre minerales, vegetales y animales es simplemente  consecuencia del mayor o menos camino recorrido en el camino evolutivo del ser.

Tomado del Blog "Rincón Espírita"