22 de abril de 2019

El Espiritismo quiere algo más duradero

El Espiritismo quiere algo más duradero

por Amalia Domingo Soler.

El Espiritismo quiere algo más duradero, más real, más positivo, más lógico, más en armonía con la misericordia y la grandeza de Dios, y por esto exclama:

¡Todo se disgrega en la tumba! ¡Todo muere al morir el hombre! ¡Nada queda de su virtud y su ciencia! ¡Es acaso la vida fragmento de una historia sin prólogo ni epílogo!

¿Y este noble deseo, esta santa aspiración, esta sed de inmortalidad puede ser nociva al progreso de los pueblos porque muchos espiritistas no se contentan con las fábulas de la religión?. El que tal crea carece de sentido común.

Creemos que lo que no está basado en la moral más pura, no tiene razón de ser, y toda la sabiduría es letra muerta si los sabios no consiguen mejorar las costumbres de los pueblos.

De nada sirven las academias y los ateneos si antes no se crean escuelas de instrucción gratuitas y obligatorias; para que las masas populares se instruyan y se moralicen.

El Espiritismo quiere la reforma social, y no pretende levantar la gran fábrica del adelanto comenzando por hacer la veleta de la torre; quiere principiar por los cimientos, por esto anticipa la moral a la sabiduría, porque donde no hay moralidad no hay verdadero progreso.

El hombre que no sabe mejorar sus costumbres no podrá nunca mejorar la sociedad, y el Espiritismo no quiere una vida artificial, quiere la realidad del bien.

La humanidad de la Tierra en sentido intelectual adelanta fabulosamente y en el orden moral (si bien no está al mismo nivel), con todo, ¡Cuán distinto es el hombre de hoy del hombre de ayer!.

Preguntemos al pasado, y legiones de mártires se levantarán de sus tumbas para decirnos que ayer en el mundo sólo imperaban los poderes, la guerra como razón y el fanatismo como ley, la fuerza bruta para el cuerpo y la fuerza bruta para el alma.
Hoy si bien no ha concluido la guerra, tiene sus intervalos, esto es innegable; hoy los hombres discuten y a veces se entienden; y en cuanto a las creencias religiosas pasó el horror del absolutismo.

¡Cuán bien dice San Pablo! La caridad es la primera de todas las virtudes, y el Espiritismo tan combatido, tan ridiculizado sólo aspira a que se amen unos a otros.

Conceptos Extractados de "La Luz del Porvenir", por Amalia Domingo Soler.