Iremos escalando Nuevos Mundos ante Nueva Evolución
Nuestra alma no está unida para siempre a esta tierra oscura. Después de haber adquirido las cualidades necesarias, la abandonaremos para ir a otros mundos más esclarecidos. Aprendiendo y mejorándonos hasta llegar al grado en el que no necesitemos más de la reencarnación, gozando en nuestra verdadera vida, que es la espiritual, al tiempo que contribuimos con nuestras obras a la ejecución del plan divino.
Tal es el misterio del ser y del destino. Si lo aprehendemos con la necesaria conciencia, estudio y trabajo, el conocimiento del objeto real de la existencia tiene consecuencias incalculables para nuestro progreso. Saber adónde vamos da firmeza a nuestros pasos, imprime a nuestros actos un impulso hacia el objeto real de la vida. Nos evita malgastar el tiempo en la búsqueda de la escasa y etérea felicidad del mundo.
Luchemos contras las adversidades que cada uno encontramos en la existencia, con determinación, ¡sin miedo!, con el arrojo y el valor que da la certeza del mañana. Y levantemos con ahínco la cruz que nos ha tocado. Es mucho menos grande y menos pesada de lo que nuestras fuerzas pueden abarcar. Caminemos con ella sin pausa mientras alzamos la mirada, observando las estrellas, felices y sonrientes porque todo lo de aquí abajo tiene un porqué y lo que vemos allí arriba es nuestra herencia y nuestro destino.
Extractado del Blog Sociedad Española de Divulgación Espírita.