La ciencia oficial niega absolutamente la existencia del alma
por Gabriel Delanne.Las apariciones de vivos son debidas a una ley biológica, y han sido observadas en todo tiempo. La antigüedad y la edad media ofrecen muchos ejemplos. Tácito relata que Vespasiano fue testigo de un hecho de este género en Alejandría. La Iglesia católica cita como milagros los casos de bicorporeidad de San Ambrosio, San Antonio de Padua, San Francisco Javier, Alfonso de Liborio, María de Ageda, etc. Los magnetizadores de principio de siglo conocían también esta posibilidad, según se atestigua en la correspondencia de Billot y Deleuze y en el curso de magnetismo del barón du Potet; Allan Kardec consagra un capítulo del Libro de los Médiums a éstas manifestaciones, cuyos ejemplos numerosos se encuentran también en Kerner, Perty y D'Assier.
Pero, a partir de la publicación de los notables trabajos de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres, es cuando se han hecho absolutamente incontestables dichas manifestaciones.
Ya sabemos en qué consisten dichos fenómenos. Una persona, A, aparece a otra, B, de la cual se halla alejada. A y B están generalmente unidas por los lazos del parentesco o de la afección; se dice entonces que B ha experimentado una alucinación telepática viendo el fantasma de A. Esta aparición, no es fortuita, pues coincide frecuentemente con un acontecimiento importante, ocurrido en la vida de A, y en este caso, se dice que la alucinación es verídica. Existe un lazo causal entre la alucinación de B y el acontecimiento de A.
Ya sabéis, señores, así como yo, el minucioso cuidado con que los sabios han procedido en la investigación rigurosa de los hechos; por consiguiente, podemos depositar toda la confianza en los relatos que nos hacen y que vienen confirmados por minuciosos estudios. Vamos ahora a discutir el valor de la explicación que de dichos fenómenos se nos ha dado.
Conceptos Extractados de "Las Vidas Sucesivas", por Gabriel Delanne.