Búsqueda de la Verdad
Sebastián de AraucoEs deber de todo ser humano que ha llegado a una mediana evolución, buscar la luz de la Verdad. Más para encontrarla, necesario es estar poseído de gran anhelo y no de una mera curiosidad, necesario es buscarla con mente clara, libre de preconceptos, libre de prejuicios y sectarismo, y un corazón limpio de ambiciones personales.
En la búsqueda de la Verdad, jamás pretendamos encontrar una Verdad que se acomode a nuestras creencias, ya que de ese modo la mente no está libre para identificarla, pues la Verdad tiene múltiples aspectos, y cada cual ira comprendiendo aquellos aspectos de verdad que su capacidad intelectual pueda asimilar.
Ninguna religión ni filosofía puede satisfacer a todos, dado que nuestro conglomerado humano se halla en diversos estados de evolución mental y espiritual. La Verdad es Una, pero infinita en su manifestaciones; y diversos son los aspectos conocidos y por conocer. Y cada cual percibirá y tan solo aceptara aquellos aspectos de la Verdad que sea capaz de comprender, ya que su capacidad intelectiva y conceptual no podrá captar más allá de su desarrollo.
La Verdad no ha sido nunca privilegio ni propiedad exclusiva de ninguna religión, grupo o secta; ha sido y será siempre de todo aquél que la busque con la mente libre de ideas preconcebidas, de prejuicios, de partidismo, con sana intención y corazón libre de ambiciones personales. Y el hombre a medida que va avanzando en el camino de la Verdad, más se conoce a si mismo y el por qué de su existencia, y más claramente ve sus errores.
“CONOCEREIS LA VERDAD Y LA VERDAD OS HARA LIBRES”- rezan las versiones actuales del nuevo testamento- como palabras de aquél filosofo incomprendido, llamado Jesús de Nazaret, que vino a nuestro mundo en misión de enseñar a las gentes el camino de su propia felicidad, con sus enseñanzas de amor para una vida armónica y feliz.
Todo dogma limita la libertad de pensamiento, es una valla que impide el avance hacia el progreso intelectual y moral, y por añadidura espiritual de la humanidad. Es por ello que no debemos aferrarnos a ningún concepto dogmático, si esos conceptos no resisten el análisis de la lógica; porque, ello impide avanzar en el camino del progreso.
Debemos de saber que nuestra humanidad esta llegando ya a su madurez, y siente la necesidad de conocer La Verdad de la Vida. Queremos saber el por qué de la vida y sus problemas; queremos conocer el por qué de nuestra existencia, de donde venimos y hacia donde vamos. Es necesidad inaplazable el conocimiento de las Leyes Espirituales, que son Leyes Divinas, porque el desconocimiento de las mismas nos expone día a día a obrar contra ellas, creando desarmonía y consecuencias dolorosas.
Extractado del Blog Amor, Paz y Caridad.