Tiptología
por Allan Kardec.La Tiptología o lenguaje por golpes, ofrece más precisión que la semantología o movimientos de objetos. Se obtiene de dos modos muy diferentes. El primero - que denominamos tiptología por movimiento - , consiste en golpes dados por la mesa misma con una de las patas. Estos golpes pueden responder que sí o que no según el número de golpes convenido para expresar lo uno o lo otro. Las respuestas son, como se comprende, muy incompletas, están sujetas a equivocaciones y resultan poco convincentes para los novicios, porque pueden atribuirse siempre al azar.
La tiptología íntima se produce de otro modo. No es la mesa la que golpea: la mesa permanece completamente inmóvil, pero los golpes resuenan dentro de la substancia misma de la madera, de la piedra o de cualquier otro cuerpo, y frecuentemente con bastante fuerza para ser oídos desde la habitación inmediata. Si se aplica el oído o la mano sobre una parte cualquiera de la mesa, se nota su vibración desde la pata hasta el plano.
Se reconoce en estos golpes la intervención de una inteligencia, en que obedecen al pensamiento. Así, según el deseo expresado verbal o mentalmente, cambian de lugar, se hacen más o menos intensos, se dejan oír de tal o cual persona, dan la vuelta a la mesa, imitan el eco, el ruido de la sierra, del martillo, del tambor, de las descargas cerradas..., acompañan el ritmo de una partitura designada, indican la hora, el número de las personas presentes, etc., o bien abandonan la mesa y van a percutir en la pared, en la puerta, en cualquier sitio que se convenga, y además responden afirmativa o negativamente a las preguntas que se les hacen.
Estas experiencias son mejor un motivo de curiosidad, que un medio de comunicación para asuntos serios: los Espíritus que se manifiestan así, son, en general, de un orden inferior . Los Espíritus serios no se prestan más a esas demostraciones de fuerza, que, entre nosotros, los hombres graves a las juglerías de los saltimbanquis. Cuando se les interroga a este respecto, suelen contestar: “¿Son los hombres superiores, entre vosotros, los que hacen bailar los osos?”
La tiptología alfabética nos ofrece un medio de correspondencia más fácil y más completo. Consiste en la designación de las letras del alfabeto por un número de golpes convenido, y de este modo se forman palabras y frases. Este medio, por su lentitud, tiene el grave inconveniente de no prestarse a desarrollos de cierta extensión. Se les abrevia, no obstante, en multitud de casos y por procedimientos diversos.
Basta con frecuencia, conocer las primeras letras de una palabra para adivinarla, y las primeras palabras de una frase para colegir el resto. Entonces no se le deja acabar, y para estar ciertos de lo que el Espíritu quería decir, se le pregunta si es la palabra o la frase que se ha supuesto, y el Espíritu responde que sí, o que no, por el signo convencional.
Conceptos Extractados de "Manual Práctico de las Manifestaciones Espíritas", por Allan Kardec.