29 de junio de 2019

Comenzaba una Nueva era Cuando los Espíritus Empezaron con Aquellos Ruidos

Comenzaba una Nueva era Cuando los Espíritus Empezaron con Aquellos Ruidos

por Juan Antonio Durante

Comenzaba una nueva era en la que los hombres se debían encaminar hacia la armonía y hacia la paz. Fue lo que declararon los espíritus, cuando les indagaron la razón de aquellos ruidos y a qué venían...
Nuestro deseo –ellos respondieron- es que la humanidad viva en armonía y que los escépticos se convenzan de la inmortalidad del alma...

No se comprendía bien lo que eran aquellos fenómenos y a qué venían ellos. El gran papel que el Espiritismo tenía que representar no estaba bien definido, a pesar del aviso dado por los primeros fenómenos.

Era preciso poner en orden las piezas dispersas, darles un sentido, explicarlas, traer la luz que habría de esclarecer el gran momento que despuntaba en la faz del mundo, que habría de transformar a ese mundo de dolores en mundo de esperanzas.

Fue cuando Allan Kardec apareció en el gran escenario espiritual.
Y es él que nos enseña: “El progreso de la humanidad tiene su principio en la aplicación de la ley de justicia, de amor y caridad. Esa ley está fundada sobre la cabeza del futuro; quitadle esa certeza y le quitaréis su piedra fundamental. De esa ley derivan todas las otras, porque ella encierra todas las condiciones de felicidad del hombre y sólo ella puede curar las llagas de la sociedad y él puede juzgar, por la comparación de las épocas y los pueblos, cuánto su condición mejora a medida que esa ley es mejor comprendida y practicada”. – L. E., conclusión, IV. Y dice más aún, con una sorprendente visión del futuro: “Por medio de Espiritismo, la humanidad debe entrar en una fase nueva, la del progreso moral, que es su consecuencia inevitable, ídem V
Transcurrido este lapso de tiempo, desde el surgimiento del Espiritismo, sería muy ciega nuestra percepción si no valoráramos cuánto ha influido y proseguirá influyendo el espiritismo en la marcha del progreso de la humanidad.

Sólo de pensar que, aquellos que adoptamos su Doctrina como forma de vida y que se suman por millones – nada comparado con el cúmulo de seres encarnados y desencarnados que estamos vinculados a la Tierra, es verdad- y que ya disponemos de otra conciencia moral, aportando nuestros pensamientos más fraternos, más cristianos, más responsables, estamos colaborando en abrir canales de inspiración elevada que nos llegan de los planos superiores, que mejoraran nuestros sentimientos, al tiempo que también se abren espacios para la vivencia de la paz, que aún continua siendo la gran ausente de la familia humana.

Extractado del Blog El Espírita Albaceteño


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