9 de julio de 2019

La Oración es una Necesidad del Espíritu

Sesión Espírita del 4 de Mayo de 1872

La Oración es una Necesidad del Espíritu

por Médium J. Pérez

P. ¿Cuál es la base filosófica de la oración, y qué beneficios consigue de ella el espíritu?
R. La base filosófica de la oración, el sentimiento, la ternura, el amor, la virtud. La oración no es hija de los labios, ni de la elocuencia; es hija del corazón que sabe sentir, que sabe amar, que sabe venerar. En una palabra, la oración es del espíritu puro, y nunca será del espíritu que no sabe medir la intensidad de la plegaria. La oración es hija de la filosofía del sentimiento.

P. ¿La oración ha sido una necesidad sentida por la humanidad en todas las épocas de su vida? ¿Crece esta necesidad en razón directa de su perfeccionamiento?
R. La oración es una necesidad del espíritu, así como el aire y la luz son una necesidad para vuestra vida orgánica. El espíritu se alimenta de plegarias en sus momentos de aflicción, así como vuestro cuerpo se alimenta de sustancias nutritivas para adquirir fuerza, vigor y robustez. La vida se alimenta de pan material y de pan moral; el uno ya lo conocéis, el otro la oración. Adiós. ¡Una palabra! sí, una palabra para completar este tema. El espíritu puro comprende mejor a Dios, por lo que el pan con que sustenta su alma es más dulce y suave; el espíritu inferior ya sabéis cómo sufre; se queja, se desespera, y en la adversidad, solo trata de romper las fuertes ligaduras con que le aprisiona el destino por su prueba o expiación.

P. ¿Qué valor tienen en la oración las fórmulas sacramentales? ¿No se adormece repitiéndola el sentimiento del corazón?
R. El sentimiento es el que eleva la plegaria a Dios. La oración es el néctar que dulcifica el ser; el sentimiento es una fibra del alma la más delicada, y de lo mejor de él nacen todas las buenas acciones. La oración se compone de dos partes; una es la forma. Las palabras, y la otra el sentimiento; si falta este a aquella, no es fervorosa la oración y no se consigue ni surte los efectos que debe, tan sagrada contemplación. La oración en fondo y en verdad; nunca en forma y en mentira.

P. ¿Si el hombre trabaja; si cultiva el arte; si practica el bien; si aconseja el deber, etc., pensando en Dios; puede decirse que ora en cada uno de estos actos?
R. No: la oración es pedir; quien nada pide, es porque nada necesita: ¿y quién es el que no necesita a Dios? El estudio y el trabajo es el deber, independiente siempre de la oración. Pedid a Dios siempre, aunque nada mas sea indulgencia, para que os perdone las faltas ignoradas que a cada momento cometéis por vuestras imperfecciones.— Adiós.

Extractos de "Revista La Revelación Año 1872", por Allan Kardec.

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