Sesión Espírita del 4 de Mayo de 1872
La Verdad es Una, Como Uno es el Universo, Como Uno es Dios
por Médium J. PérezP. ¿Si Dios tiene plenamente conciencia de nosotros mismos, y nosotros a la vez la tenemos de Él en los límites de nuestro saber, deberá existir una relación íntima intelectual y moral entre el hombre y Dios?
R. Sí, existe esa relación íntima entre el hombre y Dios. A medida que la inteligencia del hombre es mayor. Conoce perfectamente qué lazos son los que le unen con sus perfecciones. El espíritu menos inteligente en este caso, aunque la relación existe, está muy distante de Dios. El hombre en las diferentes gradaciones, tiene conciencia del deber con más o menos intuición; tiene noción del bien, y esta noción es más exacta a medida que la inteligencia está en mayor grado de desarrollo. Esto en cuanto a la relación del hombre con Dios; la relación de Dios con el hombre, existe en sus leyes inmutables de perfección. Cada ley es una palabra, una voluntad suya.
P. La verdad debe ser una para todos; lo mismo para los hombres que para Dios, y en este caso nuestra inteligencia se une a la inteligencia Divina en aquella verdad. ¿somos pues los cooperadores de Dios sin dejar de ser causa de sus actos?
R. La verdad es una, como uno es el Universo, como uno es Dios. La verdad es relativa al espíritu; la suma verdad es tan sólo para la suma perfección. Relativa siempre a la suprema perfección de Dios. (Aquí, a la palabra suprema quiero darla el valor del infinito comparada con la palabra suma, que es dada tan solo al espíritu. La verdad de los primeros siglos estaba en relación íntima con la capacidad de las primitivas Inteligencias; la verdad de Moisés, fue una verdad para su pueblo, así como la verdad de Jesucristo, fue una verdad para aquella época que recuerda los mártires de las catacumbas; la verdad de hoy es una verdad real, adecuada también a la comprensión de las inteligencias; la verdad, en una palabra, es infinita, así como las generaciones serán infinitas; de manera que esta será eterna, añadiendo a cada siglo las precedentes, y así de este modo hasta el infinito. Ya veis. ¿Imagináis cuán grande es la verdad suprema?
P. ¿De modo, que la verdad es siempre relativa; y nos aproximamos a Dios a medida que la vamos conociendo?
R. Siempre relativamente. Cuanto más inteligente seáis, más fácil comprenderéis la limitación de vuestro saber. El sabio solo lo es para el mundo, pero para sí mismo, se conduele de su ignorancia.
Extractos de "Revista La Revelación Año 1872", por Allan Kardec.
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