Sida
por Odilon FermandesEl sida (aids) merece también, por nuestra parte, una consideración especial aunque no seamos autoridades en el asunto.
El uso de drogas puede llevar al joven a degradarse, relacionándose sexualmente con los más variados tipos de compañeros.
Además de esa promiscuidad sexual, tenemos el problema de la droga inyectable que, por una misma aguja, puede contaminar decenas de personas.
Es así como el sida se ha propagado.
¿El Sida es un castigo de Dios?
Castigo, no; una providencia de Él, sí.
Providencia, en el sentido de que los hombres, de modo general, sean más responsables en sus compromisos afectivos, unos con otros.
Providencia, para que la Tierra no sea transformada en una gran Sodoma, donde los valores espirituales sean ridiculizados.
El sexo debe ser un complemento del amor.
Si dos seres se aman, es natural que se quieran y se busquen.
Pero lo que se ve, en la actualidad, no es amor: es una carrera frenética por el placer irresponsable, amenazando la sobrevivencia de la familia, que es nuestra institución más sagrada.
Que los jóvenes, a los cuales especialmente nos dirigimos en este libro, se acautelen, por cuanto la cura del SIDA es una conquista que aun está muy lejos de ocurrir.
Hasta que llegué la vacuna, serán millones de víctimas en todo el mundo.
El Sida, de cierta manera, es un socorro divino para el hombre que se estaba sumergiendo en el sexo y la droga.
Es una alerta para la Humanidad, que no puede atentar contra las Leyes de la Naturaleza, sin sufrir las pesadas consecuencias.
Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"
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