21 de julio de 2019

¿Sienten, Piensan, Sufren...los Animales?

¿Que Sabemos de los Animales?

¿Sienten, Piensan, Sufren...los Animales?

por Isabel Porras González

Vemos muy lógico que los animales sientan y sufran al tener almas, no así que desarrollen un pensamiento, como lo concebimos en los humanos. Aunque también podemos asegurar que tienen forma de PENSAMIENTO RUDIMENTARIO, debido a su rudimentario PSIQUISMO. Muchos científicos mantienen la teoría de que, en los animales se da "un juego de un cierto automatismo". Una explicación que no tiene sentido. Y si tienen una rudimentaria INTELIGENCIA, llegamos a la conclusión de que, también ellos, pueden tener unas percepciones extra-sensoriales, sin que lleguemos a aseverar, que los animales tengan, propiamente dicho, MEDIUMNIDAD. Sin embargo, en muchos animales, hay que reconocer sus excepcionales percepciones, cuando parece que ven, oyen y perciben, de un modo incuestionable.

Así como un animal, siente cariño hacia su amo, puede expresar sentimientos adversos, ante la crueldad, exteriorizando odio o antipatía.

Dice Emmanuel: "... El animal, igualmente, para alcanzar la aureola de la razón debe conocer benemérita y cumplida hilera de experiencia que terminará por integrarlo en la parte definitiva del razonamiento. Comprendamos, de ese modo, que el sufrimiento es ingrediente inapelable en el plato del progreso..." Con las palabras sabias de Emmanuel, podemos comprender mejor el esfuerzo que el animal hace por alcanzar un grado mayor de razonamiento. Pero hemos de admitir que el animal no sufre porque tenga karmas que expiar, y si, como dice Emmanuel, porque el sufrimiento es ingrediente inapelable en el plato del progreso. También aplicable a los seres humanos. El animal necesita ascender en la escala de la EVOLUCIÓN, como nosotros en la escalera de la PERFECCIÓN. La comprensión de estas informaciones tan importantes, con respecto a los animales, debería reformar en nosotros, la idea errónea, que podamos tener de ellos, y a la vez, debería cambiar nuestro trato con los animales, ayudándoles en ese supremo esfuerzo que hacen para conquistar nuestras posibilidades.

Podemos llegar a aseverar que, también en el reino animal, se producen suicidios, de los que numerosos relatos han sido recogidos por experimentadores y estudiosos. (Ejemplo del macaco en el zoo)
Si esto sucede, es que hay sentimientos e inteligencia, para buscar, deliberadamente, la muerte. ¿No es esto pensamiento y voluntad?
Dice Kardec: "La muerte voluntaria de un animal prueba que él tiene consciencia de su existencia e individualidad; comprende lo qué es la vida y la muerte, pues escoge libremente entre una y otra. No es, pues, una máquina y no obedece exclusivamente a un instinto ciego. El instinto - concluye el Codificador de la Doctrina Espírita - impele a la búsqueda de los medios de conservación, y no de su propia destrucción."

Tomado del Blog "Amanecer Espírita"

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