El Fin Supremo
Adelante ¡Siempre Adelante!
por León Denis.Hombre, mi hermano, ten fe en tu destino, porque es grande. Naciste con facultades incultas, aspiraciones infinitas, y la eternidad se te consagra para desarrollar las unas y satisfacer las otras.
Crecer de vida en vida, alumbrarte por el estudio, purificarte por el dolor, adquirir una ciencia siempre más vasta, calidades siempre más nobles; he aquí lo que está reservado para ti. Dios hizo más todavía por ti, te dio los medios de colaborar en su obra; de participar en la ley del progreso ilimitado, abriendo nuevas vías a tus semejantes, elevando a tus hermanos, atrayéndoles a ti, iniciándoles a los esplendores de la verdad y de la belleza, a las sublimes armonías del universo. ¿No es eso crear, transformar almas y mundos? ¿Y este trabajo inmenso y fértil en goces, no es preferible a un descanso triste y estéril? ¡Colaborar con Dios! ¡Hacer en todo y por todas partes el bien, la justicia! ¡Qué hay más grande, más digno para tu espíritu inmortal!
Eleva pues tu mirada y abraza las perspectivas vastas de tu futuro. Saca de este espectáculo la energía necesaria para afrontar los vientos y las tormentas del mundo. Marcha, valiente, luchador, sube la pendiente que conduce a estas cimas que se llama virtud, deber, sacrificio. No te pares por el camino a recoger las florecillas del matorral, a jugar con las piedras doradas. Adelante ¡siempre adelante!
Extractos del Libro "El Porqué de la Vida", por León Denis.
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