Cuando un Guía Ayuda a Otros Guías a Encontrar a su Protegido
¿Por qué hay personas que no logran encontrarse con sus guías?
por Christine BautzEn 2005, durante una sesión, el guía que me protegía desde 1997 vino a asignarme una misión. Esta misión revelada es con frecuencia una decisión que hemos tomado antes o durante la encarnación. El guía no hace sino revelarnos lo que hemos elegido para dar y ayudar a nuestro prójimo.
He aquí sus palabras: “Tú sabes, como yo y como cada espírita debería saberlo, que hay tanto que hacer por lo posible de nuestra comunicación, por la realidad de nuestras diferentes naturalezas y por el amor que sabe unirnos, reunirnos y ser portador de belleza y bondad para los otros.
Todos esos otros que sólo esperan el llamado de Dios para elevarse gradualmente en la grandeza de su amor. Vamos todos juntos a ayudar a aquellos o a una parte de ellos, son numerosos los que, por razón de inconsciencia, no pueden liberarse de la pesadez de la materia y no pueden por tanto reunirse con su guía. Yo los espero, los llamo y les canto la verdad eterna y verdadera. Tú me los vas a enviar, los impulsarás hacia mí, y ciertamente numerosos espíritus saldrán de esa pesada turbación para recibir en el término de algunas horas la realidad de un espíritu que los guía y los ama”.
Uno podría preguntarse, ¿por qué estas personas no logran encontrarse con sus guías durante sus desincorporaciones nocturnas? Muchos seres humanos no tienen la oportunidad de alcanzar el más allá durante su sueño, por no tener conciencia de Dios. Todos hemos sido impulsados por la fuerza divina, y a partir de esta creación inicial, hemos emprendido el comienzo de una larga marcha para encontrar esta fuerza causal que hemos rechazado desde nuestras primeras vidas. A partir de un cierto número de encarnaciones, vamos a vivir una existencia donde esta idea de Dios va a salir a la superficie.
La Tierra debe ser considerada como un planeta inferior porque siempre existen guerras, fronteras, miseria, racismo e injusticia por lo que podemos deducir de ello que muchos de los que reencarnan allí no tienen conciencia divina. A partir de este postulado, he dirigido todos mis pensamientos, con ayuda de una música clásica y durante unos diez minutos, hacia estos hombres, estas mujeres y estos niños que no se reúnen con sus guías. Mis pensamientos eran imágenes. Visualizaba a estas personas desincorporándose y permaneciendo cerca de sus cuerpos sin poder alcanzar el túnel y el más allá. Entonces, les daba la mano y los impulsaba hacia mi guía para que por fin pudieran conocer a su protector. No hay que olvidar que nuestra naturaleza es ante todo espiritual. Es pues beneficioso para cada uno de nosotros tener la posibilidad de conocer ese más allá y su guía.
Podemos suponer que esta misión ha permitido a ciertas personas encontrar a su guía pero también, en la medida de sus desincorporaciones, tomar conciencia de la divinidad, lo que les dará igualmente la posibilidad de reencarnar conscientemente y establecer la elección de vida y de misiones.
Extractos de "Revista Le Journal Spirite".
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