Médiums Escribientes o Psicógrafos
Solicitar Auxilio a un Buen Médium Escribiente u Otro ya Formado
por Allan Kardec.Un medio que, frecuentemente, da excelentes resultados, sea para activar el desarrollo, sea para obtener en el acto la escritura de una persona poco predispuesta a ello, consiste en emplear como auxiliar momentáneo un buen médium escribiente u otro ya formado. Si éste coloca su mano o sus dedos sobre la mano que debe escribir, es raro que no consiga el que escriba inmediatamente. Se comprende lo que ocurre en esta circunstancia: la mano que sostiene el lápiz, se convierte, en cierto modo, en apéndice de la mano del médium, como lo seria una cestita o una planchita; pero esto no impide que sea muy útil tal ejercicio cuando se le puede emplear más frecuente y regularmente, por lo que ayuda a vencer el obstáculo material que priva el desarrollo de la facultad.
Algunas veces basta magnetizar repetidamente el brazo y la mano del que trata de escribir: otras es suficiente que el magnetizador le coloque la mano en el hombro: nosotros hemos visto escribir prontamente bajo esta influencia. El mismo efecto puede producirse sin ningún contacto y por la sola acción de la voluntad. En este caso, es preciso excitar los esfuerzos del Espíritu y alentarle de viva voz. Se comprende sin esfuerzo que la confianza del magnetizador en su propia potencia, debe desempeñar aquí un gran papel, y que un magnetizador incrédulo tenga poca o ninguna influencia.
La potencia que permite desarrollar en otros la facultad de escribir, constituye una variedad de médiums que nosotros calificamos médiums formadores, y esto, que acaso parezca extraño, obedece a que hay entre los tales, que no escriben por sí mismos. Su concurso es frecuentemente útil a los principiantes, aun respecto a los que tienen aptitud natural, y ello, por una multitud de pequeñas precauciones que frecuentemente se desdeñan en detrimento del progreso en el desarrollo, y que un guía experimentado nos hizo observar. Su papel es el de un profesor, del que se prescinde en cuanto se tiene la necesaria habilidad.
La fe en el médium aprendiz, no es de rigor; sin duda secunda los esfuerzos, pero no es indispensable; el deseo y la buena voluntad son suficientes. Personas totalmente incrédulas hay. que quedan estupefactas al ver que escriben contra su voluntad; y, por el contrario, son muchas las creyentes que desean escribir, y no lo consiguen. Esto prueba que la facultad está muy relacionada con la disposición orgánica.
Extractos del Libro "Manual Práctico", por Allan Kardec.
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