VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Raúl Teixeira
“Una Nueva Era para la Humanidad”
Un día en mi ciudad, iba con un amigo de la universidad para el almuerzo, a un restaurante, y mientras esperaba la señal de tráfico para atravesar la calle, le miré a un basurero, donde una mujer muy desmejorada buscaba cosas entre las basuras para comer. Metía la mano y se la ponía en la boca.
Y aquella visión me hizo un mal muy grande.
Yo me puse así, muy triste, por percibir una criatura humana teniendo necesidad de comer en el basurero.
Crucé la calle, entré en el restaurante y los amigos me preguntaban: ¿no vas a servirte Raúl?
Yo estaba triste y les dije: “Voy a esperar un rato. Un poquito más.”
Quería rehacerme emocionalmente, pero mi mente no se despegaba de aquella mujer, con mucha basura bajo el brazo y buscando comida en el basurero. Aquella imagen no desaparecía de mi mente. Entonces pude ver un ser espiritual que me dijo: “Tranquilízate. Hijo, come. Porque esta hermana no te aceptará la comida limpia. Trajo para la reencarnación complejos muy graves de culpa. Acuérdate de que leíste el nombre de la calle en la pared”. Me acordé que mientras la miraba, el basurero estaba debajo del nombre de la calle. Me di cuenta de que había leído el nombre de la calle. Y el espíritu me dijo: “Esa mujer es la reencarnación del homenajeado de la calle. Eligió la calle por una atracción porque fue uno de los peores políticos de nuestro país.
De una posición sangrienta, cobarde y que la historia del mundo casi siempre le prestó homenaje a las personas, aunque sin valores morales. Con las sucesiones. Entonces me di cuenta ¿por qué conocía aquel bulto, aquel personaje? Por la historia. Y el espíritu me dijo: “Es ella, aquel hombre. No acepta, si alguien le ofreciera una comida limpia, la tiraría a la basura para comerla después. Un complejo. Una culpa interna.”
Y yo me quedé más triste todavía. Jamás podría imaginar.
Y el espíritu completó: “hay múltiples plazas, logradouros (Espacios públicos), calles con nombres importantes. Y esas personalidades, porque no lo merecen, no merecen los homenajes, vuelven reencarnados para limpiar las basuras de aquellos sitios que tienen sus nombres antiguos. Vuelven para cocinar en las cocinas que les prestó homenaje. Vienen para tratar de los jardines que tienen sus nombres del pasado. Para que aprendan con la humildad, con las cosas sencillas, a merecer, no los homenajes del mundo, sino el homenaje del corazón y de la mente.” Entonces, nosotros mismos, cuando conocemos las Leyes de la Reencarnación, debemos de pensar que regresaremos. Volveremos. A los mismos sitios donde hicimos nuestros horrores.
Extractos de "Revista Espirita FEE"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Haz un comentario