Jesús y Kardec: Dos Guías de una Misma Doctrina
El Propio Kardec Reconoce y Admite la Esencia Cristiana en el Espiritismo
por Rosell Alfaro MartínezHaciendo un minucioso y bien conducido estudio de la Codificación Espírita, nos percatamos de lo expuesto por Kardec en su obra ‘El Evangelio según el Espiritismo’, capítulo XXIV, punto 16, cuando dice: “... Lo mismo sucederá con los adeptos del Espiritismo, puesto que su doctrina no es otra que el desarrollo y aplicación de la del Evangelio; a ellos se dirigen también las palabras de Cristo ...”
Todas las restricciones de interpretación hace mucho daño a la unidad de la doctrina al negarle su verdadera e indiscutible consistencia moral que no es otra que la de Cristo, por lo que Kardec en ‘El Evangelio según el Espiritismo’, capítulo I, punto 7, nos refiere lo siguiente: “... Así como Cristo dijo: ‘No he venido a destruir la ley sino a cumplirla’, el Espiritismo dice también: ‘No he venido a destruir la ley cristiana sino a cumplirla.’
No enseña nada contrario a lo que enseñó Cristo, pero desarrolla, completa y explica en términos claros para todo el mundo, lo que se dijo bajo la forma alegórica, viene a cumplir los tiempos predichos, lo que Cristo anunció, y a preparar el cumplimiento de las cosas futuras. Es pues la obra de Cristo, que Él mismo preside, así como la regeneración que se opera y prepara el Reino de Dios en la Tierra, como igualmente lo anunció. (Génesis, capítulo I, punto 41).
Si bien es cierto que el Espiritismo como la Tercera Revelación no está personificado en ningún individuo porque es producto de la enseñanza dada, no por un hombre sino por los espíritus (El Evangelio según el Espiritismo, cap. I, punto 6), es también incuestionable que Kardec fue el Codificador aunque no su autor, por lo que cabría entonces afirmar: “... Yo no soy espiritista kardeciano, soy espiritista simplemente”..., cuando no existe ningún inconveniente en llamarse espiritista cristiano, pues fue el propio Kardec quien afirmó lo siguiente (El Libro de los Médiums, I parte, Cap. III, Del Método item 28 y 30): “... Los que no se contentan con admirar la moral espiritista, sino que le aceptan con todas las consecuencias ... La caridad es en todas sus cosas la regla de proceder a la que obedecen; son los verdaderos espiritistas, o mejor dicho, los espiritistas cristianos...”
El propio Kardec reconoce y admite la esencia de la cual está revestida la doctrina de los espíritus: la esencia cristiana, por sus inigualables enseñanzas morales.
Extractos del Boletín "Luz y Vida"
Kardec era cristiano como la mayoría de sus contemporaneos. No podría tomar la moral de Buda porque su obra no habría trascendido, aunque seguramente aceptaría al oriental, como un ejemplo de moral.
Por otro lado Kardec aspiraba a que el espiritismo fuera una revelación Universal. Haberla relacionado tanto con el evangelio y con Jesús, provocó el efecto contrario. No solo no es Universal y solo la conocen mayormente los cristianos, sino que además muchos espíritas viven el espiritismo como una religión de fe ciega mas que un estudio del espíritu y su devenir o todo lo que acontece con un espíritu.
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