6 de octubre de 2019

Reflexión De Un Librepensador (Y Por Lo Tanto, Espírita)

Reflexión De Un Librepensador (Y Por Lo Tanto, Espírita)

Por Lumen

Hablando con amigos, contactos, etc que, al igual que yo, llevan varias décadas de singladura espiritista, percibo que para muchos hermanos de ideal, flo
ta la sensación de que el Espiritismo (en cuanto a movimiento y organizaciones), se ha ido quedando atrás… nos da la impresión de que el espírita de hoy (casi en su totalidad) se ha ido acomodando en una especie de espiritualidad rancia, en ocasiones pasmosamente conservadora, más cercana a un neocatolicismo que a a las propuestas racionalistas y liberadoras de la fuente original.

Observamos en la calle o navegando por blogs y foros como otras propuestas espirituales o filosóficas irradian más cercanía, y son más trasformadoras e integradas con la espiritualidad universal (siento decirlo, pero de hecho, con frecuencia, resulta mucho más agradable y amiga la compañía de estas personas que la de los propios espíritas)… Y digo esto porque muchos son una compañía “pesada”, machacona, a menudo, marcadamente conservadora e integrista (que no integradora), lo cual es toda una paradoja si tenemos en cuenta que representan a una filosofía de luz y paz, revolucionaria y universal.

Muchos espíritas comparten esta sensación… la de que no terminamos de avanzar, aparentemente leales a la doctrina, pero en realidad mucho más leales a enfoques personalistas, de interpretaciones sesgadas, más en sintonía con tal o cual cultura autóctona de base que con la propuesta de la codificación. Y lo que es peor: ni los Congresos, los encuentros, publicaciones, etc., alejan la sensación de estar encajonados en un sistema cerrado.

¿Hemos perdido los espíritas la capacidad de consolar y la hemos invertido en el adoctrinamiento?

¿Nos hemos convertido en un subproducto filial de la mística brasilera?

¿Nos hemos acomodado en un modus operandi más burocrático que humanista?

Si escuchamos con imparcialidad, vemos que muchos activistas de este ideal, más que espiritismo, proclaman el evangelio (ojo, algo bueno y bello… pero que ya hacen los católicos y protestantes). Obvian que el Espiritismo es cristiano en cuanto a su moral, pero no es cristianismo: ¡es Espiritismo!

Para hablar del evangelio ya estaban las sectas cristianas, ¿no vino el espiritismo para algo más?



La reflexión particular es que coincido con el desánimo de ver un espiritismo muy alejado de los pronósticos que hacía Kardec poco despues de salir a la luz su primer y excelente libro De los Espíritus.
Pero toda nueva idea o ideología tiene su principio voluptuoso y luego vienen los decantamientos que dan origen a las divisiones y partidismos de lo que originariamente fuera una sola corriente de ideas que muchos apoyaban.
Por innumerables motivos donde no está excluido el ego de algunos o muchos, esta decantación de la enseñanza dió origen a distintas miradas que irán madurando o no, en el futuro del Espiritismo.
Quedarse en la crítica, no sirve. Solo sirve llevar adelante lo que uno cree que es bueno para uno y para todos. Luego, la gente se unirá a quien se exprese con nuevas ideas si considera que el emprendimiento es racional, lo apoya la intuición y la confirma con una buena sensación de estar en lo cierto.

Tomado del Blog "Zona Espírita"

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