Testimonio de un Guía a su Protegida
Explicaciones sobre la Decisión de un Espíritu de Convertirse en Guía
por Emmanuelle Pécheur“Es preciso saber que cuando los espíritus se encuentran en el más allá, y cuando ya tienen una experiencia y una evolución suficientes, se activan, trabajan, enseñan, crean, producen, en fin, son y siguen siendo el reflejo de sus aspiraciones y de sus ocupaciones terrenales. Con esto, más la certeza encontrada y la evolución hasta la pureza. Algunos de estos espíritus, al encontrar su memoria palingenésica, encuentran simultáneamente numerosos espíritus encarnados y desencarnados a los que han conocido y amado en el curso de otras existencias. Lazos muy fuertes y poderosos impulsan a estos mismos espíritus a seguir a uno u otro reencarnado sobre el globo; es el nacimiento del guía.
Es su deseo que debe encontrar su cumplimiento en la oración, en la petición a su propio guía. Es lo que yo he hecho por ti. Es lo que hacen tantos espíritus, espíritus en su mayoría desdichados, decepcionados de sus protegidos, que permanecen sordos a sus palabras, insensibles a su amor. Por el espiritismo, te he encontrado, a ti que he conocido muchas veces, a ti que he amado. Soy feliz por este encuentro, soy feliz porque me escuchas. Mi mensaje es la explicación solicitada por numerosos espíritas que no siempre comprenden la protección de que son objeto.”
“¿Que es un guía en el mundo de los espíritus? Un guía es un espíritu que ama por haberte amado ya. Un guía es pues un espíritu, que sigue amándoles desde el mundo de los espíritus, desde el mundo del después de la muerte... Antes de volver a esta Tierra, tomaste ciertas decisiones, adquiriste ciertos compromisos. Es preciso entonces que esas exigencias puedan encontrar su expresión concreta en el interior de tu existencia física, carnal, y yo estoy allí para conducirte y estoy para ayudarte dentro del respeto a tu libertad...
Efectivamente, desde el mundo de los espíritus, te guío y por esa razón, volveré para conducirte, para ayudarte, para iluminarte, a fin de empujarte a veces, para que tu espíritu pueda revelarse a ti misma, amiga mía. Ese es todo mi sentimiento. Esa es toda mi intención y mi única intención... La mía de guiarte, la tuya de seguirme. Sígueme, sígueme y serás feliz pues serás tú misma. Es todo lo que un guía puede desear para aquel a quien protege”.
Extractos de "Revista Le Journal Spirite".
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