Vista Espiritual o Psíquica. Doble Vista. Sonambulismo. Sueños
La Vista Espiritual es Imperfecta en los Espíritus Encarnados
por Allan Kardec.La vista espiritual es necesariamente incompleta e imperfecta en los espíritus encarnados y, en consecuencia, está sujeta a infinitas aberraciones. Como su asiento se encuentra en el alma, el estado de ésta influye en las percepciones que logra. Según el grado de su desarrollo, las circunstancias y el estado moral del individuo brindará, durante el sueño o en el estado de vigilia: 1) la percepción de ciertos hechos materiales auténticos, como el conocimiento de sucesos que ocurren a distancia, las causas de una enfermedad y el modo de curarla; 2) la percepción de cosas igualmente positivas del mundo espiritual, como la vista de los espíritus, y 3) imágenes fantásticas creadas por la imaginación, análogas a las creaciones fluídicas del pensamiento (n.º 14).
Estas creaciones guardan relación con las disposiciones morales del espíritu que las crea. Así es como el pensamiento de personas fuertemente imbuidas y preocupadas por ciertas creencias religiosas les presenta imágenes del infierno, sus hogueras, torturas y demonios, tal cual lo imaginan; los paganos veían el Olimpo y el Tártaro, como los cristianos ven el Paraíso y el Infierno.
Si al despertar o al salir del éxtasis esas personas conservan un recuerdo nítido de sus visiones, las toman por realidades y confirmación de sus creencias, en tanto que sólo son el producto de sus propios pensamientos.(1)
Conviene hacer una elección muy rigurosa de las visiones extáticas antes de aceptarlas. El verdadero remedio contra los excesos de la credulidad en este género de manifestaciones, es el estudio de las leyes que rigen en el mundo espiritual.
Los sueños, propiamente dichos, presentan las tres clases de visiones antes descritas. A las dos primeras pertenecen los sueños proféticos, presentimientos y avisos,(2) en la tercera, es decir, en las creaciones fluídicas del pensamiento, se puede hallar la causa de ciertas imágenes fantásticas o irreales en relación a la vida material, pero de una autenticidad indudable para el espíritu, puesto que a veces hasta el mismo cuerpo experimenta sus efectos, como son los casos vistos en que los cabellos de una persona encanecieron en una noche como consecuencia de un sueño. Estas creaciones pueden ser provocadas por creencias exaltadas, por recuerdos, gustos, deseos, pasiones, miedos, remordimientos, preocupaciones habituales, alguna necesidad del cuerpo o un impedimento en las funciones del organismo o, finalmente, por otros espíritus con un objeto bueno o malo según su naturaleza.(3)
(1) Esto explica las visiones de sor Elmerich, quien retrotrayéndose a la pasión de Jesucristo, dijo haber visto cosas materiales que no existieron, excepto en los libros que ella había leído. Las de la señora Cantanille, referidas en la Revista Espírita de agosto de 1866 y algunas de las visiones de Swedenborg. [N. de A. Kardec.]
(2) Consultar el cap. XVI: “Teoría de la presciencia”, n.º 1, 2 y 3. [N. de A. Kardec.]
(3) Revista Espírita: “Un sueño instructivo”, junio de 1866; “Cabellos encanecidos bajo la impresión de un sueño”, septiembre de 1866 y El Libro de los Espíritus, cap. VIII, Libro Segundo. [N. de A. Kardec.]
Extractos del Libro "El Génesis", por Allan Kardec.
Hay que tener sumo cuidado con todo aquello que incorporamos como creencias. Sobre todo cuando esas creencias son negativas como por ejemplo creer en un fuego eterno o castigo despiadados por Dios despúes de la muerte. Quienes crean algo muy fuertemente, lo vivirán como si fuera real en la vida post mortem. También ocurre durante la vida terrenal. Muchas personas tienen creencias tan arraigadas que enferman y hasta mueren por ser tan perjudiciales para su cuerpo físico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Haz un comentario