24 de diciembre de 2019

El Guía

Encuentro con mi Guía y Nacimiento de una Seccional

El Guía

por Fabienne Touzet

Luego, un ligero escalofrío, una impresión indefinible durante la sesión de escritura automática y presentí que se concretaba el tan esperado encuentro. Sí, era él, finalmente estaba cerca de mí: “Buenas noches a ustedes, mis caros amigos, buenas noches a ti, Fabienne, a quien visito con la alegría de un guía. Buenas noches mi esperanza, buenas noches tu verdad, buenas noches la vida que ante ti puede volverse bella y límpida como agua de manantial”. Al leer el mensaje, recordé lo que me había dicho una vidente veinticuatro años antes: “Veo a un hombre que vela por ti y un día cruzarás el agua, harás un viaje y encontrarás el amor, es alguien a quien ya conoces”. Esa cita estaba pues bien programada desde mi más allá, la había decidido antes de reencarnar. Mi alegría era grande y mi corazón palpitaba con fuerza pues él me daba su fuerza y su amor: “Te guío en esta existencia por haberte conocido varias veces en el planeta azul. Te protejo y te amo con todo mi amor. Quiero ser tu fuerza y tu libertad. Quiero ser tu camino. Quiero ser tu luz, no la que ciega sino que ilumina. Vamos a conocernos y reconocernos”. Entonces nos encontramos en octubre, en Italia, donde me anunció que yo poseía una energía que iba a dispensar cada vez más a mi alrededor, el magnetismo. Vino también para alentarme en estos términos: “En este mensaje escrito vengo a expresarte todas nuestras esperanzas para que Béziers conozca la afluencia para responder a la influencia de vuestra convicción, de tu certeza y de tu verbo. Os corresponde erigir la seccional de Béziers (Mirès y yo). Te enlazo en mis brazos etéreos y te digo: no temas, sé feliz pues tu camino se ilumina con el sol de los espíritus”. No habría palabras para describir la emoción vivida y desde entonces he encontrado mi equilibrio y conservo su fuerza cuando pienso en él.

LAS VIDAS ANTERIORES
También me enteré de que, en una de mis vidas comunes con él, fui su compañera y tuvimos dos hijas. Yo era cantante, nacida en Italia y mis gustos por el canto y por ese país forman parte integrante de mi vida actual. Pero otro pasado común se ubica, hace muchísimo tiempo en Egipto y abrió para mí una página de ese libro: “Te la ofrezco brillando como un camafeo Salido de las doradas arenas de los reyes, Oh mi reina tan poco vestida en el valle Al sol sobre la tierra y la muerte acorralada Créeme para crecer en tu porvenir Marcho sobre tus pasos para el devenir”. Gracias a ti, mi guía, por estos preciosos instantes que sabrán hacer nacer otros y digo contigo que: “No, no fue un sueño ni un espejismo cuando la mesa me habló. Era la vida, un libro, una página”. Hoy estoy satisfecha, aunque tenemos dificultades para hacer crecer nuestra pequeña seccional. Sí, son numerosos los que no han hecho sino pasar. Pero a pesar de esos encuentros sin continuidad, sabemos que los espíritus son nuestra luz y que nuestro camino siempre se iluminará bajo su sol. El porvenir no será sino más radiante.

Extractos de "Revista Le Journal Spirite".

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