Esta es la Más Importante Encarnación
Sugiero tres pasos para aprovechar nuestra actual existencia
por Alkíndar de Oliveiraa) Valorizar y agradecer al Maestro Jesús la oportunidad de estar viviendo nuestra más importante encarnación de todas las existencias que hemos tenido.
Sobre la importancia de la reencarnación, recordemos lo que dice el espíritu Emmanuel: “Cada encarnación es como si fuese un atajo en los escalones de la ascensión. Por ese motivo, el ser humano debe amar su existencia de luchas y de amarguras temporales, por cuanto ella significa una bendición divina, casi un perdón de Dios”.
b) Iniciar urgentemente un proceso de autoconocimiento. La base de todo cambio comportamental es el autoconocimiento. Ahí está la mayor dificultad del ser humano. Es una de las alternativas para conocernos mejor y la interiorización, que es el acto de enfrentarnos a nuestro mundo interior y de admitir para nosotros mismos la naturaleza de nuestros sentimientos. O sea, no decir “yo nunca siento amargura” o “la rabia no hace parte de mi vida”. Ese proceder de negar nuestros sentimientos inferiores se llama auto-ilusión, una aptitud altamente destructiva. A partir del momento en que admitimos nuestros sentimientos inferiores (sin baja auto-estima), se abre una puerta para aprender a tener autocontrol y se nos da la condición de iniciar el proceso de cambio.
c) Transformar en vivencia práctica nuestro discurso sobre convivencia y fraternidad, principalmente en nuestra casa Espírita.
Sobre el tema fraternidad, dice el espíritu Ermance Dufaux (libro Unidos por el Amor, Editora Dufaux): “Antes de los proyectos ‘más allá de las paredes’, estimulemos la fraternidad, prioritariamente, al prójimo más próximo, aquel que divide con nosotros las responsabilidades doctrinarias en nuestra casa Espírita, aunando esfuerzos por la convivencia jubilosa y libertadora. Convivir fraternalmente debe ser la esencia de nuestra causa. El Centro Espírita, escuela de las virtudes superiores, es el ambiente de disciplina y entrenamiento de los nuevos modelos de relaciones (...)”.
Querido (a) lector(a), concienticémosnos que ser fraternos es – simplemente – una cuestión de escogencia. Entonces, que nosotros, que tenemos la dádiva de haber conocido el Espíritu Consolador, podamos escoger el camino de la fraternidad y, con eso, merecer ser habitantes de la Tierra en su nueva y breve etapa: Mundo de Regeneración. Así sea que – por nuestra edad actual – no consigamos ese intento en esta existencia. Pero, para quien cree en la reencarnación, siempre hay una esperanza!
Tomado del Sitio "Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís"
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