¿Se nace homosexual?¿Se puede cambiar?
¿En todos los casos el espíritu ya renace homosexual? ¿Es posible cambiar esa orientación?
Hay una diferencia entre comportamiento homosexual e identidad afectivo-sexual homosexual. Observamos comportamientos homosexuales en individuos con dolencias psiquiátricas, entre presidiarios y soldados en periodos de guerra. En esas condiciones, en la ausencia de la figura femenina, la práctica sexual entre iguales practicada por muchos como campo de la liberación de las tensiones sexuales y de la búsqueda de placer. Eso no quiere decir que ellos sean homosexuales. El individuo con identidad homosexual es aquel que se siente atraído afectiva y sexualmente por una persona del mismo sexo, lo que puede ser percibido o descubierto en diferentes fases de la vida del individuo. No podemos afirmar que todos los homosexuales hayan nacido con esa orientación, pues la variedad de manifestaciones en ese área nos remite a múltiples causas, aunque la literatura mediúmnica espírita nos informe de que en buena parte de los casos las personas homosexuales traen de su pasado espiritual la fuente de su orientación presente.
No siendo en sí una condición maléfica para el individuo, sino más bien neutra, pudiendo ser positiva o no dependiendo de la forma en que es vivenciada, no hay necesidad de cambiar esa condición. La orientación de la ciencia médica y psicológica actual es de que el individuo homosexual que no se acepta y sufre con eso debe ser clasificado como portador de trastorno egodistónico y los esfuerzos deben direccionarse en el sentido de auxiliarlo a aceptarse y amarse tal cual es, sintiéndose digno de amor y respeto, buscando relaciones que le fortalezcan el autoamor y en las cuales pueda ser natural, espontáneo y verdadero, en busca de su felicidad y de su progreso.
Hay religiosos y profesionales fundamentalistas que ofrecen terapias y asistencia espiritual, sobre todo en iglesias evangélicas, para que el individuo se “cure” de la homosexualidad. No hay registros de casos cuyos resultados hayan sido positivos. Lo que frecuentemente se observa son individuos bisexuales alterando el direccionamiento de su afecto para individuos del mismo sexo, aunque muchos de ellos tienen relaciones sexuales clandestinas con personas del mismo sexo y vienen a los consultorios médicos llenos de culpa, miedo y vergüenza, por no sentirse “curados”. Además de eso, están los individuos homosexuales que deciden vestir la máscara de heterosexuales y por algún tiempo forman familias y que frecuentemente, salen de casa después de algún tiempo para vivir lo que sienten con su real atracción afectivo-sexual.
Extractado del Blog Córdoba Espírita.
MI COMENTARIO
Si bien existen solo dos sexos para definir la identidad, las orientaciones o las elecciones pueden ser infinitas. Desde la homosexualidad, bisexualidad, pasando por el sadomasoquismo y terminando en practicas aberrantes, todo es considerado orientaciones o elecciones sexuales que deberían pertenecer al ámbito intimo y privado, aunque en casos donde intervienen otros individuos sin sus consentimientos, son considerándose delito.
Estas orientaciones no tienen "cura" en el plano físico porque en verdad son una característica de la esencia que manifiesta un espiritu en su encarnación. Es probable que como todo comportamiento fuera de lo común para una determinada sociedad, se adapte en algún momento a lo que llamamos común o normal, pero no es un asunto a resolver facilmente. El cambio a realizar empieza en el espíritu y no en el cerebro del encarnado.