La propuesta de la educación Espírita
Entrevista a Sandra Maria Borba Pereira Julia Nezu para la Revista Internacional de Espiritismo - RIERIE - ¿Cuál es su opinión, como un profesor con más de 25 años de experiencia en la enseñanza de la religión en las escuelas? ¿Debe ser confesional?
Sandra- Estoy convencida de que la escuela pública no debe tener enseñanza religiosa confesional, pues ella ya tiene muchos factores de división y exclusión, no necesitando de uno más. El conocimiento podría ser incluido en la escuela como estudio del fenómeno humano en búsqueda de la espiritualidad, sin ninguna connotación proselitista. Una visión laica, antropológica, podemos así decir, lo que es muy difícil, pues los profesores, en su aplastante mayoría, están impregnados de sus visiones, opciones y prejuicios religiosos. Las instituciones religiosas crearon, un aparato educativo destinado a controlar la formación religiosa de individuos y clases sociales. Todavía hay mucho preconcepto, exclusión y discriminación religiosa en virtud del predominio del espíritu intolerante, en la mayoría de los casos.
RIE - Si hay Educación Espírita, como debe ser la escuela espiritual? En cuanto a la cultura laica de la escuela brasileña, ¿crees tener éxito la introducción de escuelas espíritas confesionales en Brasil?
Sandra- La historia del movimiento espírita nos presenta iniciativas loables y heroicas, fruto de esfuerzo de devotos trabajadores que lucharon en busca de la garantía del acceso y de la calidad pedagógica de las escuelas formales, principalmente junto a las capas populares, en períodos de fuerte exclusión social. En el sentido de que la Doctrina Espírita nos presenta, pero eso no significa la necesidad de una escuela formal espírita en el sistema de enseñanza. El Centro Espírita es, en sí mismo, una escuela, un educandario de almas en proceso de redención, cuyo programa tiene como espina dorsal la propuesta contenida en la Codificación Espírita. Crear escuelas confesionales espíritas en el sistema formal de enseñanza exige una evaluación muy rigurosa y que tenga en cuenta, además de los aspectos burocráticos y legales y sus desdoblamientos, los equívocos que identificamos en escuelas confesionales. Tendría que ser de hecho una escuela diferenciada, distante del proselitismo ostensivo o disfrazado. Sin embargo, logramos vislumbrar, en nuestra realidad local, aunque tímidamente, la búsqueda del diálogo interconfesional en instituciones tradicionales de enseñanza. Personalmente consideramos que la gran necesidad de nuestro momento histórico de la educación brasileña es la garantía de la universalización y calidad de la institución escolar pública que debe ser laica.
Extractado del Blog Mundo Espírita.