Respuestas de los Espíritus a algunas preguntas
por Allan Kardec.Preg. – ¿Cómo pueden los Espíritus obrar sobre la materia? Esto parece contrario a todas las ideas que nos hacemos de la naturaleza de los Espíritus.
Resp. – «Según vosotros, el Espíritu no es nada; esto es un error; nosotros ya hemos dicho que el Espíritu es algo, y es por eso que puede obrar por sí mismo; pero vuestro mundo es demasiado grosero para que pueda hacerlo sin intermediario, es decir, sin el lazo que une el Espíritu a la materia.»
Nota – El lazo que une el Espíritu a la materia, si no es inmaterial, es por lo menos impalpable; esta respuesta no resolvería la cuestión si no tuviésemos el ejemplo de fuerzas igualmente imponderables que obran sobre la materia: es así que el pensamiento es la causa primera de todos nuestros movimientos voluntarios y que la electricidad derriba, levanta y transporta masas inertes. De lo que no se conoce el móvil, sería ilógico concluir que éste no existe. Por lo tanto, el Espíritu puede tener palancas que nos son desconocidas; la Naturaleza nos prueba todos los días que su fuerza no se detiene ante el testimonio de los sentidos. En los fenómenos espíritas, la causa inmediata es indiscutiblemente un agente físico, pero la causa primera es una inteligencia que obra sobre este agente, como nuestro pensamiento obra sobre nuestros miembros. Cuando queremos golpear, es nuestro brazo que obra, no es el pensamiento el que golpea: éste es quien dirige al brazo.
Preg. – Entre los Espíritus que producen efectos físicos, los que llamamos golpeadores ¿forman una categoría especial o son los mismos que producen los movimientos y los ruidos?
Resp. – «El mismo Espíritu puede ciertamente producir efectos muy diferentes, pero los hay quienes se ocupan más particularmente de ciertas cosas, como entre vosotros tenéis los herreros y los hacedores de proezas.»
Preg. – El Espíritu que obra sobre los cuerpos sólidos, ya sea para moverlos o para golpear, ¿penetra en la propia substancia de los cuerpos o actúa fuera de la misma?
Resp. – «Lo uno y lo otro; hemos dicho que la materia no es un obstáculo para los Espíritus; ellos penetran todo.»
Preg. – Las manifestaciones materiales, tales como los ruidos, el movimiento de los objetos y todos esos fenómenos provocados frecuentemente, ¿son producidos indistintamente por los Espíritus superiores y por los Espíritus inferiores?
Resp. – «Sólo los Espíritus inferiores se ocupan de esas cosas. Los Espíritus superiores se sirven de ellos algunas veces, como tú lo harías con un changador, a fin de que ejecute su cometido. ¿Puedes creer que los Espíritus de un orden superior estén a vuestras órdenes para divertiros con trivialidades? Es como preguntar si, en vuestro mundo, los hombres sabios y serios hacen cosas de juglares y bufones.»
Nota – En general, los Espíritus que se revelan por efectos físicos son de un orden inferior. Ellos divierten o impresionan a aquellos para los cuales el espectáculo visual tiene más atractivo que el ejercicio de la inteligencia; son, de cierto modo, los saltimbanquis del mundo espírita. A veces actúan espontáneamente; en otras ocasiones, por orden de los Espíritus superiores. Si las comunicaciones de los Espíritus superiores ofrecen un interés más serio, las manifestaciones físicas tienen igualmente su utilidad para el observador; nos revelan fuerzas desconocidas en la Naturaleza y nos dan los medios de estudiar el carácter y – por así decirlo – las costumbres de todas las clases de la población espírita.
Extracto de "Revista Espírita 1858", por Allan Kardec.