18 de abril de 2019

El Gen y la Cultura

El Gen y la Cultura

por Nubor Orlando Facure

Aquí también la crónica popular registra una interpretación anecdótica. Cuando un hijo se sale excepcionalmente bien en sus desafíos acostumbramos oír que “salió al padre”. Cuando es el hijo del vecino al que las noticias del barrio dan destaque al suceso, los méritos son atribuidos “colegios caros” que frecuentó. En el primer caso la inteligencia es heredada del padre, en el segundo la educación hizo la diferencia.

La agresividad, la criminalidad o el mal desempeño escolar acostumbran ser atribuidos al ambiente familiar, al tipo de educación, a la desigualdad social. No en tanto, experimentos y evaluaciones cuidadosas de gemelos e hijos adoptivos desmienten esa interpretación.

Gemelos separados después del nacimiento y criados, sin contacto entre ellos, en ambientes distantes, revelaron después aptitudes y preferencias increíblemente semejantes: el estilo de vida, la elección de la profesión, la ocurrencia de divorcios, el número de hijos, la decoración de la casa, la opción de entretenimientos y pequeñas manías que uno  y otro manifiestan involuntariamente.

La adopción de hijos procedentes de hogares disolutos, inclusive cuando son criados en familias íntegras, nos muestra de manera significativa la dependencia genética del comportamiento antisocial.

Extractado del Blog Córdoba Espírita.