Los Fluidos Sanadores
por Juan Miguel Fernández MuñozPara aquellos que a través de la búsqueda del conocimiento “despertamos” al mundo invisible, la sanación espiritual es contemplada como “algo” natural que forma parte de nuestras vidas y a la que acudimos convencidos con fe razonada.
Difícil es comprender a los que no se despojaron todavía de su incredulidad, haciéndolos salir de sus negativas ideas, de que “no estamos solos”, que estamos acompañados por espíritus familiares que desencarnaron, así como de otros más evolucionados que buscan el bien general de la Humanidad, ayudándonos e instruyéndonos en nuestro caminar.
No existen escuelas para la formación de sanadores, ya que estas curaciones son debidas a las potentes energías que los “seres espirituales” generan y canalizan con su asistencia; pero es de suma importancia que las personas que se dediquen conscientemente a esta tarea se predispongan a acondicionar su íntimo de manera que puedan establecer una buena sintonía con los “guías” que habitan los planos invisibles, colaborando estrechamente en esa unión tan necesaria para conseguir resultados positivos, actuando en silencio, sin vanagloriarse, siendo el instrumento necesario para nuestros amigos cósmicos. Ha de cultivar la pureza de sentimientos, el desinterés, la benevolencia, el deseo de proporcionar alivio al semejante. La voluntad de servir es factor preponderante.
El estado vibratorio de un sanador, cuando se encuentra armonizado, emana espontáneamente unos fluidos que estabilizan el ambiente del auténtico “Centro de cura”, donde colabora, anulando con su presencia las energías negativas que pudieran haberse acumulado en su ausencia. Los trabajos son preparados y regulados previamente por los “Mentores Espirituales”, siendo este un proceso impecable en su ejecución, aplicándose según la evolución del individuo.
Allan Kardec, el Codificador de la Doctrina Espiritista, dijo que el ser pensante es constituido de tres elementos: El espíritu eterno ( principio inteligente del hombre), el periespiritu (envoltura del espíritu), o cuerpo de plasma biológico, constatado por la cámara Kirlian y confirmado por los científicos rusos en 1965 al que llaman cuerpo bioplasmático, y la materia, que es la sombra transitoria que pasa.
Para comprender de que manera se genera la sanación espiritual, desde la observación espiritista, debemos decir que el “Fluido Cósmico Universal” (energía cósmica), es el elemento primitivo del periespíritu (sobre el que se tratará la curación) y del propio cuerpo físico.
Extractado del Sitio Asociación de Estudios Espíritas de Madrid.